La Diputación, a petición de los ayuntamientos y en algunos casos de vecinos, instalará en travesías de sus carreteras reductores de velocidad y sobreelevará algunos pasos de peatones
Lograr que los conductores respeten las normas y, especialmente las relativas a la velocidad, es a veces complicado. Pero necesario. Especialmente en los puntos en los que los vehículos se encuentran con la parte más frágil de la circulación: los peatones.
Y en pocos lugares se da esa confluencia de vehículos y peatones y un menor respeto a la velocidad adecuada que en las travesías. Esos tramos de carretera que atraviesan un casco urbano. Especialmente en esos cascos urbanos en los que, como ocurre en muchas localidades pequeñas, parece que no vive nadie o que es improbable que se halle a un peatón cruzando. Y cuando menos se espera, aparece.
Y dos formas hay de atajar que un automóvil pase a 70 por una travesía fijada a 40: una, los radares. Pero no se puede, económicamente (ni socialmente), colocar un cinemómetro en cada travesía. La otra, crear elementos que impidan desarrollar velocidades superiores a las permitidas. Los llamados guardias tumbados, lomo de asno o comúnmente conocidos como resaltos. No son tampoco muy populares, pero son más económicos y salvo el malestar del conductor por verse obligado a cumplir la norma, no tiene más consecuencias y ninguna de carácter económico (salvo que haya que cambiar los amortiguadores por incumplirlos).
Esa, la de recurrir a los guardias tumbados es la decisión que ha tomado la Diputación Provincial de Palencia para 21 travesías de su red de carreteras. En algunos casos tras implantar otras medidas previas como una mayor señalización, tanto vertical como horizontal o la colocación de radares pedagógicos, de los que no multan.
https://www.palenciaenlared.es/los-radares-pedagogicos-se-extienden-por-las-travesias-de-palencia/
Así, la Institución Provincial ha iniciado el procedimiento para instalar un total de 40 lomos de asno en 21 travesías distribuidas de norte a sur de la provincia, en travesías de sus red de carreteras. En la mayoría de los casos, se atiene a una petición realizada por los Ayuntamientos o las Juntas Vecinales de las localidades donde se instalarán, pero también da respuesta a la demanda de algunos vecinos que demandaban medidas de control de la velocidad. Es el caso de Vallejo de Orbó (3 badenes), Barrio de San Miguel (2) y Olmos de Pisuerga (2).
En otros como en Villaluenga de la Vega (2) o Santa Olaja de la Vega (2), la actuación es de oficio de la Diputación, completando la actuación de mejora de la seguridad vial que comenzó hace unos meses en la PP-2461 (Saldaña a Pino del Río).
Así, se colocarán guardias tumbados en, además de las localidades nombradas, en Cillamayor (2), Espinoso de Cervera (2), Mudá (2), Quintanilla de las Torres (1), Olleros de Pisuerga (2), Pozancos (2), Barrios de la Vega (2), Espinosa de Villagonzalo (1), Piña de Campos (2), Melgar de Yuso (2), Villotilla (1), Baquerín de Campos (2), Hornillos de Cerrato (2), Tabanera de Cerrato (2), Población de Cerrato (2) y Hontoria de Cerrato (2).
Tal y como establece el proyecto, habrá dos tipos de badenes, dependiendo de la altitud a la que se encuentre la travesía en cuestión. Así, en las localidades donde haya habitualmente problemas de vialidad invernal, se colocarán lomos de asno prefabricados en caucho y, por tanto, teóricamente desmontables en época invernal para facilitar el trabajo de las quitanieves.
En el resto, serán de obra con las medidas reglamentarias.
De igual forma, se crearán tres pasos de peatones sobreelevados. Estarán en las localidades de Espinosa de Villagonzalo (2) y en Melgar de Yuso (1).
El precio que está dispuesta a pagar la Diputación por la instalación de estos elementos, así como de la señalización vertical y las marcas horizontales que la deben acompañar es de 160.249,39 euros, IVA incluido. Su instalación debe estar realizada en 4 meses desde la firma del contrato.




