Kunkel, en uno de sus lanzamientos. / Óscar Herrero

El americano se da un festival con 27 puntos con los que contribuye a la vigésima victoria del Súper Agropal Palencia (102-79)

Le tocaba al Súper Agropal Palencia reivindicarse hoy tras la derrota de hace una semana en Santiago. Más que reivindicarse, reforzar ese sentimiento de crecimiento del equipo, capaz de competirle a todos y ganar a casi cualquiera. Y le puso el calendario al Tizona de Burgos, séptimo en la tabla, justo por detrás del Palencia, equipo con el que se estrenó en la primera jornada de esta liga y que le hizo sudar la gota gorda para hacerse con aquella primera victoria de la temporada.

También le hizo sudar hoy, pero sólo en la primera parte. Porque si había un jugador que tras Santiago tenía ganas de demostrar de qué esta hecho, ese era Adam Kunkel, que llevó en volandas a su equipo hacia la victoria 20 de la  temporada gracias a sus 27 puntos. Olvidada la canasta de dos cuando tenía que haber sido…

Estadísticas del partido

El primer cuarto se puede resumir en un Palencia muy blandito en defensa y muy desafortunado en ataque, salvo en la participación de Kunkel.

Porque como en el partido de la semana pasada ante el Obradoiro, al Súper Agropal Palencia le costó entrar en el partido, acumulando puntos en contra. Tratando de encestar sin fortuna. Con muchas jugadas que acaban en agua o en pérdida de balón. Los defensores burgaleses estaban encima, muy encima.

Y en defensa, Guil se desesperaba por la poca intensidad, por la facilidad que los suyos les deban a los del Tizona.

Sólo la participación en el juego de Kunkel, que pareció querer desquitarse de su error en Santiago, mantuvo a los locales a flote. 13 puntos en cinco minutos para el americano. Más de la mitad de los puntos de los palentinos. De todos lo colores. Tiros de tres, entradas a canasta…

Hasta que dio el susto. En una caída se dolió de la pierna y tuvo que irse a los vestuarios apoyado en el preparador físico. Distensión muscular en el gemelo.

Al final del cuarto 22-24 para los visitantes.

Segundo cuarto.

Los árbitros fueron cargando de faltas a los jugadores palentinos con jugadas poco (por decirlo suave) claras. Discutibles. Dos para Manu, dos para Vaulet, dos para Leslie. Comenzaban los gritos de fuera hacia el trio arbitral. Pese a todo, los morados pudieron igualar el marcador e incluso ponerse por delante. 31-29 pasados los cuatro minutos de juego.

El ataque no era claro. No. Se llegaba al final de la jugada sin opción franca de tiro. A veces entraba con mucha fortuna, otras… simplemente el balón cambiaba de manos. Al menos, en defensa se hizo más intenso el equipo local. Y una explosión de Borg, con poco acierto en ataque hasta entonces, puso el 36-31 que forzó a Salva Camps (con una técnica desde el primer cuarto por estar dentro del campo cuando pasaba Borg) a pedir su primer tiempo muerto a falta de cuatro minutos para el descanso.

Interrupción que sirvió para que los burgaleses tajaran la ventaja del Súper Agropal como si fueran la Tizona de Cid. Empate a 36.

Y en esto que Kunkel, pasado el susto, volvió a la cancha para seguir acrecentando su cuenta gracias al correcalles en el que se convirtió el partido. Cinco puntos para el artillero morado en menos de 20 segundos. El Será Porque te Amo sonó en el pabellón en el consiguiente tiempo muerto de Camps. 45-38. ¿iría con dedicatoria?

Reaccionó el Tizona de Burgos con otro tiro desde el 6,75 de Jones, liberado al caerse Borg cuando iba a puntearlo y con otra canasta de dos de De Souza esta vez libre porque nadie llegó.

Wintering anotó el triple con el que se acabó el juego del segundo cuarto, pero Krutwig remachó con un libre de los dos ganados en la lucha por ese rebote que no fue porque el triple de Wintering, tras botar en el aro, acabó cayendo dentro. Al descanso 53-46.

Tercer cuarto.

Volvió a desesperarse el Palencia en ataque. Sus jugadores recibían y recibían. Empujones, agarrones… pero cuando se revolvían, les pitaban falta. Y aún así, el equipo marcó distancias gracias a su defensa que no dejaba acciones a los del Ureta Tizona que, cuando las tenían, las erraban bajo canasta. Jones, como en el partido de ida, era el único que salvaba el barco.

Cayó el Palencia en una fase de imprecisiones. Se quería jugar demasiado rápido para un Vaulet que, como en Santiago, estaba espeso en ataque. Cuatro puntos. Escaso bagaje. Y con todo, el Palencia se marchó de 12 puntos: 67-55, jugados casi 6 minutos del tercer cuarto. Tiempo muerto para el Tizona de Burgos.

Le sentó mucho mejor el tiempo muerto al Súper Agropal que al Tizona, porque con unas defensas machaconas, pegajosas, lograron robar balones para correr hacia la canasta contraria y ampliar la renta a 71-55.

Kunkel mantuvo su reivindicación. Haciendo caja. Llevando al Súper Agropal a una victoria que parecía clara con 20 puntos de diferencia al final del cuarto: 82-62 con 27 puntos del americano en 13 minutos de juego. Estaba destemplando la espada del Cid. Al Tizona el había quitado el filo.

Último cuarto

Con esa diferencia en el marcador, el partido perdió viveza. Y más con los parones iniciales. No le restó eso eficacia al Palencia que siguió mellando a los burgaleses. Ampliando la diferencia con defensas asfixiantes, cazas de rebotes muy arriba con (Leslie) y ataques martilleantes de todos los jugadores. 98-68  a falta aún de 5,50 para el final del partido. Tiempo muerto de Camps.

A falta de Kunkel y Krutwig en el campo, Leslie se convirtió en el faro palentino, aunque con otro tipo de actuaciones. Anotadora, sí, no tanto como los dos americanos, pero sumando en otros aspectos.

Dio minutos de descanso a sus titulares Guil ante la acumulación de partidos. La ventaja era ya suficiente para que el encuentro no peligrara, aunque costó que llegara el punto 100. Demasiado. Porque las jugadas llegaban al punto álgido del tiro embarulladas.

Lo anotó Borg, de triple sobre la bocina de la posesión cuando quedaban 30 segundos de un partido que al final fue más plácido de lo esperado (102-79). Vigésima victoria para seguir en la estela del rodillo del Obradoiro en pos de la quinta plaza.

Entre los palentinos, el máximo anotador, Kunkel, siendo el más valorado Krutwig, con 25 items, uno más que el escolta.

Ahora a pensar en el Ourense, este miércoles en tierras gallegas y en casa el sábado próximo ante el Morón.

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