Las calles de Palencia vuelven a mostrar la obra de relevantes fotógrafos en cubos de grandes dimensiones que permiten contemplar con detalle su obra
El Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León, que este año celebra su quinta edición con el título genérico de ‘Todos somos nómadas’, vuelve a sacar a la plazas y parques palentinos la obra de relevantes fotógrafos en cubos de grandes dimensiones que permiten contemplar con detalle su obra. Los elegidos este año por la comisaria del evento, María Millán, son Alfredo Cáliz, Laura Martínez Lombardia, Alinka Echeverría y Vicente Fraga.
Las fotografías seleccionadas de Alfredo Cáliz proceden de su libro ‘We in Ireland’, publicado en 2019 por Dos Sardinas Ediciones, que recoge el trabajo realizado durante dieciséis veranos en un pueblecito de West Cork (Irlanda), costero, dedicado a la pesca y con una presencia importante de migrantes. La obra de Cáliz destaca por captar la realidad de lo que ve, de sus vivencias y de los entornos que visita, y esta serie no rompe estos moldes.
Caliz, nacido en 1968, tiene tras de sí una importante trayectoria como fotógrafo ‘free lance’ o adscrito a alguna agencia o medio de comunicación, para los que ha captado toda esa realidad que le rodea, ya sea de acontecimientos históricos –cubrió el levantamiento zapatista en México en 1994 para el periódico El Mundo, tras el que se unió a Cover Agency, y ha realizado más de 150 reportajes para El País Semanal– como series producto de su creatividad.
En esta segunda categoría se enmarca ‘We in Ireland’, colección en la que Cáliz disecciona esta población, sus paisajes, sus arquitecturas y, sobre todo, sus gentes. El hermoso rostro de una adolescente abre la puerta hacia una colección que combina el realismo de las escenas con la belleza de su factura. Son escenas cotidianas en el interior de las viviendas, algunas con acusada ternura, como un baile, una maternidad o la mirada intensa –directa al espectador– de dos niños, además del rostro de esa adolescente cuya figura enlaza el color azul del vestido, la carnalidad de su cuerpo y el cabello ondulado.
Laura Martínez Lombardia (Cádiz, 1975) es la directora del festival internacional FLORA, que se celebra en Córdoba desde 2017 y en el que exponen artistas de arte floral contemporáneo, un dato este que está estrechamente vinculado a la serie que presenta, ‘Suspensión’.
En ella, la flor es el referente principal, una colección llena de lirismo gráfico. Las flores se presentan vaporosas y transparentes. La fotógrafa es también editora gráfica –además de Licenciada en Comunicación Audiovisual– lo que la permite tratar las imágenes, pétalos de flor, a su modo y manera, suspendidas en el espacio, en una nebulosa de fondos negros en los que el color adquiere tonos cargados de magia.
Las flores se mueven en un espacio abierto, se transforman, gravitan, creando formas que diluyen los pétalos para convertirse en cuerpos brumosos, en masas etéreas que rompen la monotonía oscura de los fondos.
La mexicano-británica Alinka Echeverría, artista visual y antropóloga mexicano-británica (Ciudad de México, 1981) ofrece una serie en movimiento, ‘Camino al Tepeyak’, una colina situada en el norte de Ciudad de México, que es un centro de peregrinación desde que el 12 de diciembre de 1531 se apareciera, según la creencia popular, la Virgen al indio Juan Diego.
Echeverría documenta esta peregrinación a través de una serie de fotografías de devotos que portan a sus espaldas imágenes marianas en su caminar hacia la basílica de Santa María de Guadalupe. Los peregrinos aparecen de espaldas, ocultan el rostro. La fotógrafa muestra los objetos propios de la peregrinación, bastones, mochilas, sacos… Lo que prima es la proyección mariana a través de sucesivas imágenes de la Virgen de Guadalupe. Ni siquiera hay fondo, solo una placa en blanco que resalta, a modo de troquel, la silueta del peregrino y la forma de esta especie de altares portátiles.
Este trabajo, que paralelamente se expone en la Fundación Casa de México en Madrid en el marco de PHotoEspaña, le valió a Alinka Echeverría el Premio de la Fundación HSBC 2011, por el cual publicó en Francia su libro ‘Sur le Chemin de Tepeyac’.
Vicente Fraga (Pontevedra, 1978) ha dado el salto del mundo de la arquitectura al de la fotografía. La serie ‘Adeus’ ofrece un testimonio gráfico del mundo rural gallego –la intencionalidad se puede extender al del resto de regiones de la España vacía–. La migración de los pueblos a las ciudades, tanto españolas como extranjeras, deja al aire, es decir en vías de extinción, una cultura y unas gentes que permanecen en las aldeas.
Este es el objetivo de la cámara de Fraga. Rostros de mayores que perviven en sus casas o primeros planos de hombres curtidos por el tiempo y el trabajo, interiores domésticos que conservan colgados en sus paredes referentes religiosos. Incluso el paisaje que observamos está ciertamente degradado, sin vegetación y con aristas de tierravista. Manos encalladas y duras, paredes desconchadas, muebles desvencijados… Todo un paisaje rural en decadencia, añejo, en descomposición.
Vicente Fraga refuerza su tesis con el claroscuro, el contraste de luz y sombras, de color y de oscuridad… Es la dimensión positiva, la vida que pervive, y la negativa, la que se apaga.
Una observación final: Se han distribuido los cubos con las imágenes impresionadas del mismo autor en varios espacios de la ciudad, perdiendo la oportunidad de contemplar la obra unificada de cada uno.
EXPOURBANA
Programa V Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León.
Fotógrafos Alfredo Cáliz, Laura Martínez Lombardia, Alinka Echeverría y Vicente Fraga.
Espacios de exposición Plaza de la Inmaculada, Plaza Mayor, Paseo del Salón, San Pablo, Alcoholera y Lecrác.
Fecha: Hasta el 1 de junio de 2025.