El técnico del Súper Agropal Palencia se rinde a sus jugadores tras el triunfo ante Obradoiro y apela a la concentración total de cara al domingo
Luis Guil no escondía la satisfacción tras el partido. Su equipo había logrado una victoria sufrida ante un gigante como Obradoiro, en un encuentro que se decidió en la prórroga y que deja al Súper Agropal Palencia a un solo triunfo de la Final Four. “Me quito el sombrero con los jugadores. El esfuerzo físico, mental, de preparación del partido… Ha sido brutal”, arrancaba el entrenador.
Insistió en la implicación colectiva como base del rendimiento. “Tenemos a 12 jugadores totalmente implicados. Aunque juegue 30 segundos, cada uno está preparado para hacer lo que tiene que hacer. Eso es lo que te permite competir así contra un equipo como este”.
Sobre el desarrollo del choque, Guil puso el foco en el trabajo defensivo. “En la primera parte, su 50% en triples era la clave. Lo sabíamos. En la segunda parte lo reducimos al 37%, y esa es una de las claves del partido. Hemos dejado menos tiros abiertos y eso se nota”.
El técnico valoró también la ejecución táctica frente al juego ofensivo rival. “Sabíamos que ellos, en el pick and roll, te pueden castigar de mil maneras: tirando, continuando, con cuatro jugadores con más del 40% de acierto. Y el equipo ha estado concentrado, ha seguido el plan, ha hecho lo que tenía que hacer”.
Con la serie todavía abierta, Guil mantiene la ambición intacta. “Nos quedan 2.400 segundos para jugar esta Final Four. Cada segundo cuenta. Cada situación va a ser importante. Estamos capacitados para ganar el domingo, pero si no lo hacemos, también lo estamos para volver a Santiago y pelear allí”.
Preguntado por el estado físico del equipo, fue claro: “Estamos medio muertos. Vamos todos al spa un par de días. Pero es normal. Esto es un playoff. Ahora más que entrenar, toca analizar y recuperar”.
El entrenador destacó la madurez del grupo para adaptarse entre partido y partido. “Los jugadores están tan concentrados que son capaces de asimilar y ejecutar cambios tácticos con un solo entrenamiento. Eso te lo da tener un equipo inteligente y generoso”.
Esa generosidad volvió a estar sobre la pista. “54 puntos del banquillo. Todos han aportado. Dimitrov un día, Chema otro, Leslie con su defensa… Cada uno hace lo suyo sin querer asumir lo que no le toca. Eso es un equipo de verdad”.
Guil no ocultó que está disfrutando con este grupo como nunca. “Es el año que más estoy disfrutando entrenando. El otro día estaban más contentos por lo que hizo Dimitrov que por la victoria. Eso lo dice todo”.
El rival, Obradoiro, sigue siendo una amenaza máxima. “Es un transatlántico. Tienen 14 jugadores que podrían estar en pista sin bajar el nivel. Seríamos tontos si nos confiamos. No me confiaría ni contra un equipo de LEB Plata, menos aún contra el mejor equipo de esta liga”.
Con respecto al estado anímico de Fuenlabrada, próximo rival el domingo, Guil intuye que sabrán manejar la presión, pero recuerda que hay que llegar al final del partido con opciones. “Nosotros lo hemos hecho todo el año. Excepto el día de Betis, siempre hemos competido. Espero que este partido sea uno más en el que tengamos opciones de ganar”.
La estadística también refleja el crecimiento del equipo. “Hace diez jornadas éramos los peores reboteando en ataque. Ahora somos los mejores. Promediar 13 rebotes ofensivos por partido en los últimos ocho encuentros es una bestialidad. Y sin tener un cinco puro, con gente supuestamente pequeña”.
En la recta final de la temporada, Guil tiene claro el enfoque. “Este playoff es para disfrutarlo. Después de todo lo que hemos trabajado, lo que hemos sufrido… Esto va de disfrutar. Ojalá el disfrute sea jugar la Final Four”.
Félix Alonso: “La prórroga nos penalizó emocionalmente y no encontramos las vías”
El entrenador del Obradoiro Club de Amigos del Baloncesto, Félix Alonso, analizó con claridad y serenidad la derrota sufrida ante el Súper Agropal Palencia en un partido que se resolvió en la prórroga. Reconoció los méritos del rival desde el principio: “En primer lugar, darle la enhorabuena a Palencia por la victoria”.
La lectura de Alonso sobre el encuentro fue detallada. “Hemos entrado bastante bien en el encuentro, hemos estado muy concentrados, con mucho acierto, generándoles algunas dudas”, apuntó. Su equipo consiguió ventajas iniciales de 5, 6, 7 puntos, aunque Palencia fue capaz de igualar el marcador antes del segundo cuarto. “Luego el segundo cuarto ha sido un toma y daca. Ellos han conseguido ponerse por delante en algún momento, pero hemos acabado un punto arriba al descanso”.
El momento más delicado para Obradoiro llegó tras el descanso: “Donde más hemos sufrido ha sido en un momento determinado del tercer cuarto, que ellos nos han dominado más, tanto en el juego como en el marcador”. Aun así, subrayó el carácter competitivo de su equipo: “Hemos sido capaces de controlar las diferencias y no se han ido lo suficiente como para romper el partido”.
El tramo final del tiempo reglamentario fue una mezcla de lo mejor y lo peor de su equipo. “Hemos jugado muy bien hasta que nos hemos puesto por delante. Luego lo hemos jugado muy mal”. Con el marcador 82-84 a favor, Obradoiro desperdició varias posesiones: “No hemos llegado ni a tirar a canasta en dos o tres ocasiones”.
La prórroga fue, para Alonso, un punto de no retorno: “Son cinco minutos que pasan muy rápido y los errores después de 40 minutos te los penalizan más. Emocionalmente te cuesta mucho más”. El triple inicial de Kamba fue determinante: “Ahí ya hemos ido a remolque y ellos han sido mejores”.
Sobre el ambiente en el pabellón, no escatimó elogios: “Yo creo que ha sido un ambiente muy bonito, un partido para el espectador muy atractivo”. No obstante, matizó su influencia: “Han estado excelentes, pero creo que nosotros hemos podido ganar el partido a pesar de esa circunstancia”.
Con el cuarto partido a la vuelta de la esquina, Alonso dejó claro que la serie está abierta: “Sabemos que nos siguen quedando dos victorias para ganar este play-off. No cambia nada con respecto a los anteriores partidos”. A pesar del golpe, el mensaje fue de confianza: “Estoy convencido de que podemos hacerlo y podemos llevar de nuevo la serie a Santiago”.
“Los play-offs son montañas rusas de emociones”, resumió. Y dejó una idea clara antes de marcharse: “Sabemos que perder el domingo nos elimina, pero también que ganar nos permite seguir soñando”.







