Luis Guil, entrenador del Super Agropal Palencia, compareció en la previa del cuarto partido del play-off de ascenso a la ACB frente a Obradoiro
Con la eliminatoria 2-1 a favor y la opción de sellar el pase a la Final Four en casa, el técnico andaluz se mostró satisfecho con el trabajo de su equipo, aunque también reconoció el desgaste físico y mental acumulado.
“Contento, sobre todo por cómo estamos haciendo las cosas”, aseguró. “Los jugadores están muy concentrados, muy implicados con todo lo que llevamos preparando más de un mes”. La victoria del viernes dejó secuelas: “Hicimos un esfuerzo físico muy grande. Con la rotura del tablero al principio, más la prórroga, fue una tarde-noche larga que acabó con la victoria pero con jugadores muy tocados”.
Entre los nombres propios con molestias, citó a Camerón, Tobías, Álex y Adam. “Esperemos recuperarles para el partido de mañana”.
Al cansancio físico se suma la carga emocional que arrastran estas series. “Cuando juegas este tipo de campeonatos, no es la táctica la que gana muchas veces, sino el tema mental”, explicó. “Cómo recuperas a los jugadores, cómo afrontan cada partido, tanto la derrota como la victoria, es un aspecto fundamental. Hasta ahora lo hemos hecho bien y espero que también lo hagamos ahora”.
Luis Guil ve al equipo preparado, aunque no se fía del rival. “Nos queda la primera oportunidad de intentar clasificar para la Final Four. Son 40 minutos con nuestro público en casa. Y si no, tendremos que ir a Santiago a intentar hacer lo que ya hicimos: ganar allí”. Valora la dificultad del rival: “Obradoiro está capacitado para ganarnos los dos partidos. Tienen un equipo muy largo, con mucho talento, con mucha calidad”.
Sobre posibles novedades tácticas en este cuarto encuentro, señaló que “ellos ya pusieron algunas cosas nuevas en los partidos anteriores”. Aun así, confía en la capacidad de respuesta del equipo: “Mi objetivo no es solo preparar cosas nuevas, sino que los jugadores estén listos para adaptarse. Para todo estamos preparados”.
Y al hablar del ambiente en el pabellón, se le encendió la voz: “No sé si puedo esperar ya más del público de Palencia. Es una puñetera locura, cómo nos llevó en volandas”. Alabó la presión ejercida “siempre con educación y deportividad” y la capacidad de convivencia con aficiones rivales: “Tiene ese carácter de Palencia”.
Guil cerró con un deseo que suena a promesa compartida: “Ojalá les podamos dedicar otra victoria en casa. Y si no, seguro que cogerán las maletas, los bártulos, el autobús y todo lo que haga falta para apoyarnos el próximo viernes en Obradoiro”.







