Solo hasta el 28 de mayo se habían recogido 144 garrapatas para su estudio, frente a las 358 de toda la temporada 2023.
El aumento de las lluvias y los cambios en los ciclos meteorológicos y las temperaturas han propiciado una temporada de garrapatas adelantada y, en muchos lugares, preocupante para la población. En muchos pueblos de la provincia de Palencia, ante la presencia de estos parásitos, se están adoptando medidas para mantener especialmente limpias las piscinas públicas y los parques, ya que su presencia se está detectando en todo tipo de zonas verdes y no solo en el campo y en el monte, como solía ser habitual.
“Las favorables condiciones climatológicas que se han venido registrando desde el comienzo de año, con abundantes lluvias y temperaturas muy benignas, pueden favorecer la actividad de las garrapatas, ampliando su periodo de actividad y su multiplicación, no sólo en el campo y en los entornos rurales, sino también en los parques urbanos”, indican a Palencia en la Red desde el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Palencia.
En Palencia, en el año 2024, se recogieron en el Servicio Territorial de Sanidad, dentro del “Programa de prevención de las enfermedades transmitidas por garrapatas” de la Junta de Castilla y León, 358 garrapatas, concentrándose la mayoría entre los meses de mayo y agosto.
Y en lo que va del año, solo hasta finales del mes de mayo se llevaban recogidas 144 garrapatas, que se envían a la Facultad de Farmacia de Salamanca para su identificación y, mediante técnica analítica de PCR, comprobar si son portadoras de algún agente infeccioso. De este estudio resultaron positivas, en 2024, ocho a la bacteria Rickettsia.
Las garrapatas se encuentran presentes, por lo general, en las hierbas altas y se adhieren a animales o seres humanos para alimentarse de su sangre. Existen gran variedad de especies, siendo las más habituales la Ixodes ricinus, Dermacentor reticulatus, Rhipicephalus sanguineus y Hyalomma.
La picadura de una garrapata normalmente produce una lesión local leve que no suele requerir asistencia sanitaria, pero un pequeño porcentaje sí puede producir complicaciones al ser portadoras de agentes infecciosos (bacterias, virus). Estos organismos patógenos se transmiten mientras se alimentan y pueden producir enfermedades como la Enfermedad de Lyme, la fiebre exantemática mediterránea, Debonel, Anaplasmosis o la fiebre Crimea-Congo, por lo que se considera un problema emergente de salud pública.
Riesgo de enfermedades
Con la recogida de garrapatas por parte del Servicio Territorial de Sanidad, “se puede hacer un mapeo de su distribución que nos permite inferir el riesgo de enfermedad para las personas, ya que se sabe que cada tipo de garrapata se asocia a la transmisión de un tipo de enfermedad, como es el caso de la fiebre de Crimea-Congo, que normalmente se asocia a la picadura de Hyalomma, y la enfermedad de Lyme, a la picadura de Ixodes ricinus“, explican.
La Sección de Epidemiología reporta que en 2024 en Palencia se notificó un caso de Enfermedad de Lyme y un caso de Tularemia en una persona con antecedentes de picadura de garrapata.
Cómo actuar en caso de picadura de garrapata
Cuando la garrapata se encuentre anclada a la piel, hay que extraerla con cuidado con pinzas de borde romo y desinfectar la zona. No se debe utilizar ningún producto como vaselina, alcohol, etcétera, que puede provocar que la garrapata transfiera los patógenos. También se puede acudir al Centro de Salud para su correcta extracción.
Es importante también que la persona que ha sido picada mantenga una observación durante unas cuatro semanas, para que, en caso de que tenga alguna manifestación clínica, como malestar general, fiebre, cefalea, adenopatías o lesiones en la piel, se lo comunique al médico de Atención Primaria.
Recuerdan que es “muy importante” adoptar medidas de prevención al salir al campo. Se debe llevar ropa de manga larga, gorra y pantalones largos metidos por dentro de los calcetines para reducir la cantidad de piel visible, así como prendas de colores claros. Además, se pueden usar repelentes, siendo los más efectivos los que contienen permetrina o DEET.
“Cuando se vuelve a casa, hay que revisar tanto la ropa como la piel y el pelo (las axilas, el cuello, la cintura y la cabeza son sus preferidas)”, señalan.
Cómo evitar que sigan propagándose
Además de la aplicación de tratamientos en zonas verdes muy transitadas, como las piscinas o los parques urbanos, hay medidas eficaces para reducir la población de garrapatas en un entorno, ya sea público o una finca particular. Se recomienda segar la maleza y aclarar la vegetación, ya que esto permite una penetración solar del 70-80 %. Y es que, cuanto menos densidad y altura, menos probabilidad de que haya sobreabundancia de garrapatas.
Además de la vegetación, es importante la desparasitación de los animales domésticos y de sus lugares de descanso o entorno, ya que pueden ser portadores de garrapatas.
Cuando se planifiquen salidas al campo o a zonas con vegetación, la protección personal es vital. Es importante cubrir tobillos, brazos y otras partes del cuerpo, con ropa con elásticos en los extremos para evitar que se cuelen y accedan a la piel. Siempre es recomendable evitar sentarse en el suelo en zonas con vegetación.
Curiosamente, las garrapatas parecen tener preferencia por los colores claros. Sin embargo, la ropa de colores claros facilita la visualización de las garrapatas una vez que se han subido. Es importante, al llegar a casa, revisar la ropa minuciosamente, realizar un autoexamen del cuerpo para detectarlas pronto y extraerlas a tiempo, ya que la transmisión de infecciones es más baja en las primeras horas. Se pueden usar repelentes que tengan permetrina sobre la ropa.







