En Torquemada, Bodegas Valdesneros sigue escribiendo páginas de la enología castellana con su particular fusión entre herencia tradicional y técnicas modernas
A su carta de vinos se suma una nueva incorporación, el denominado Rabudos y Potrosos, que encarna perfectamente esta filosofía: un tinto que rinde tributo a los métodos de antaño pero con el rigor actual.
Rabudos y Potrosos, tradición en cada botella
Este vino especial se elabora con uvas seleccionadas manualmente (vendimiadas en cajas de 18 kg) y sigue un proceso minucioso con una maceración de 3 días y sangrado, fermentación espontánea en acero inoxidable con levaduras autóctonas y 12 meses de crianza en barricas de roble francés de 225 litros.
El resultado es un caldo envolvente, fresco, sabroso y con buen equilibrio.
Para el verano
La bodega cuenta en su catálogo estival con tres propuestas frescas, como Neros Rosé, un rosado moderno, vibrante y afrutado; Neros Blanco, un blanco singular elaborado con 11 variedades de las viñas más antiguas de Torquemada, de producción limitada y Cornitero, un vino de maceración carbónica que deslumbra por su explosión frutal y acidez equilibrada.
“Estas propuestas están pensadas para satisfacer las demandas de los consumidores contemporáneos, que buscan vinos versátiles y frescos, perfectos para el verano”, explica Rubén Montero, gerente de la empresa.
Clásicos que perduran
Junto a estas propuestas, Bodegas Valdesneros mantiene sus iconos, desde el Roble y Eruelo hasta el exclusivo Amantia, un vino de hielo elaborado con uvas cosechadas bajo cero, de aromas dulces y complejos.
Bodegas Valdesneros continua demostrando que en Torquemada se elaboran vinos con alma y personalidad.







