La campeona de Europa U16, con 15 años, repasa sus inicios en el baloncesto, su experiencia en Rumanía y sus próximos objetivos en esta entrevista concedida junto a sus padres
Amelia Alonso (2010) ha vivido un verano que no olvidará. La jugadora palentina se proclamó campeona de Europa con la selección española U16 en Rumanía, un título que devuelve a España a lo más alto después de nueve años sin lograr un oro en la categoría.
“Estábamos muy contentas, no nos lo creíamos porque era un objetivo que teníamos desde que empezamos a concentrarnos el 12 de julio. Sabíamos que no iba a ser fácil, pero trabajando lo conseguimos”, recuerda. Para ella, representar a España con solo 15 años es todo un orgullo: “Me gusta mucho y espero poder seguir haciéndolo muchos años más”.
La experiencia en Rumanía
El Eurobasket fue intenso: más de 40 días fuera de casa, con torneos de preparación, entrenamientos y convivencia con sus compañeras. Pero, a pesar de la carga, Amelia afirma haberlo sobrellevado bien.
“El año pasado ya estuve bastantes días fuera, entonces tenía más o menos la idea de cómo era. Este año teníamos más torneos, no era solo entrenar, y además nos dieron una semana de descanso para venir a casa. Eso lo mejoró todo”, cuenta.
En Pitesti, donde España tocó el cielo, estaban sus padres: “Es emocionante ver a tu hija jugar a este nivel, estamos súper orgullosos de que haya llegado hasta allí”, dice su padre, Gustavo Alonso. Su madre, Noelia Llana añade: “Te ponen la carne de gallina, pasas unos nervios tremendos, pero gusta muchísimo”.
La explosión de alegría en el pitido final fue unánime: “Es una gesta que no se consigue todos los años”. La celebración se extendió a toda la familia: abuelos, hermana mayor (Malena Alonso), amigos…

La medalla ya descansa en casa, pero Amelia ya tiene que mirar hacia delante. Este fin de semana regresa a Valencia para iniciar su segundo año en el club. Tras unos días de desconexión en Palencia, vuelve con ganas: “Muy bien, descansando y cogiendo energía para volver con ganas a Valencia otra vez”.
De Palencia a Valencia: el camino de Amelia
El camino de Amelia en el baloncesto arrancó en el colegio, pasó por el Jorge Manrique y el Club Baloncesto Villamuriel. En el club cerrateño acumuló entrenamientos y amistades que todavía conserva. “Muchas amigas y los entrenadores”, resume cuando se le pregunta qué se lleva de aquella etapa.
De aquel periodo se recuerda un mate espectacular en el Campeonato de España Mini 2022.
Luego recaló en las filas del Valencia Basket la pasada temporada, donde ya se siente como en casa. El salto no fue brusco, ya que llevaba un tiempo entrenando y compitiendo allí. “Poco a poco cogí confianza y cuando fui ya conocía a la gente. Muy bien”, explica.
De pequeña, sin embargo, le costaba salir a la pista. “Al principio le costaba ir a la pista, de pequeña le ha dado vergüenza la pista, pero eso se pasó, por suerte”, recuerdan sus padres. Ahora, con 15 años, Amelia se desenvuelve con naturalidad y encaja en cualquier grupo. “Tiene buen carácter”, apunta su madre.
¿Sus ídolos? “Me gusta mucho Raquel Carrera y, de chicos, Sergio Llull. Desde pequeñita me gustan mucho”, admite.
Lo que viene
Los próximos meses estarán cargados: campeonatos de España con el Valencia Basket y dos grandes citas con la selección, el Mundial U17 y el Europeo U16 de su generación.
Antes, ya había pasado por la selección autonómica de Castilla y León, donde jugó desde mini hasta cadete, y por torneos amistosos con la española. “La primera vez que me llamaron estaba encantadísima porque era muy pequeña y me hacía muchísima ilusión”, recuerda.
En casa, los consejos llegan con la experiencia de un padre que también jugó al baloncesto profesional. “Que lo dé todo y siga evolucionando. Nunca sabes hasta dónde puedes llegar, pero si das el máximo siempre estarás contento con lo que has hecho”, resume él. Ella añade otra clave: “Trabajar y ser humilde. Por muchas cualidades que tengas, si no trabajas no vale para nada”. Palabras y consejos para una niña de oro de Palencia que sueña y trabaja duro para volar más alto.







