El equipo morado dio inicio a la competición con goleada en casa a la Arandina, que se quedó con 10 jugadores en el campo a la media hora de partido
El Palencia CF arrancó la temporada 2025/26 como mejor podía soñar: goleando 4-0 a la Arandina en La Balastera y transmitiendo la energía que su nuevo entrenador, Jorge Marchena, había prometido en la previa. El grupo cumplió (eso sí, tuvo que tener paciencia en los primeros minutos) antes de arrollar a una Arandina bajo mínimos y que se quedó con 10 en el campo tras la primera media hora de partido.
El once de estreno
Marchena dibujó un once con Unai bajo palos; Capi y Viti en los laterales, Mongil y Colás como centrales; centro del campo para Rodri y Mario Robles; en bandas, Samu Aparicio y Raúl Botia; arriba, Canario e Iker. Estreno también de la nueva camiseta ante una grada que acudió con ganas de comprobar si las palabras del entrenador (“ser un equipo ambicioso y ofensivo”) se cumplían. La Arandina, con plantilla corta y solo un recambio en el banquillo, formó con Sergio en portería; Kossa y Brayan Mejía en los laterales; Niang y Santino en el centro de la zaga; Benedet e Isra en el medio; Ake y González en bandas y Rengel y Beloch en punta.
Un arranque trabado
El inicio fue trabado. El Palencia CF quiso la pelota, pero se topó con un muro visitante que cerró espacios y ralentizó el juego con pérdidas de tiempo constantes. La primera de los morados llegó en el 11′ con Samu Aparicio que hizo la primera ocasión del partido tras encontrar espacios, encarar a la zaga visitante y chutar, teniendo que intervenir el portero de la Arandina echándola a córner. En esta misma jugada a balón parado, Canario centró al segundo palo y Botía, sin dejarla caer, chutó pero se marchó fuera. Eso sí, minutos después llegaría las mejores ocasiones de la Arandina en el partido: un zapatazo de Isra y dos remates de Ake y Rengel obligaron a Unai a estirarse en tres intervenciones de mucho mérito. El joven guardameta sostuvo al equipo echando el cerrojo a la portería.
La jugada que cambió el guion
El partido se había ido a donde quería la Arandina, con pérdidas de tiempo constantes y al equipo morado le costaba transitar; pero todo dio un vuelco en el 26’. El árbitro expulsó a Mario Benedet por agresión sobre Mario Robles. Con uno más, el Palencia dio un paso al frente y encontró el camino que hasta entonces se le había resistido.
Apenas dos minutos después, Viti hizo un gran robo en campo rival y la jugada acabó en los pies de Rodri que, desde la frontal, colocó el balón a la izquierda del portero para firmar el 1-0. El equipo se ponía por delante y empezaba a soltarse.
Raúl Botía, MVP
El gol liberó al Palencia CF y llegaron los mejores minutos. En el 36’, Rodri, otro de los protagonistas, realizó un gran pase desde la izquierda viendo un desmarque de Samu que acabó con asistencia del extremo para Botía, que no perdonó en el punto de penalti. Y después, tres minutos más tarde, Canario sirvió un centro perfecto desde tres cuartos de campo viendo el desmarque de Botia que de cabeza firmó el doblete y el 3-0. En poco más de diez minutos, el partido había quedado encarrilado.
Ya en la segunda parte, más tranquila y controlada, se bajaron las revoluciones, aunque el Palencia no se conformó, y en el el 55’, Viti metió un balón en largo perfecto, Botía lo bajó y asistió a Iker, cuyo disparo rebotó en un defensa para colarse en la portería. El 4-0 final que dejaría el resultado resuelto.
Marchena daría minutos a los jugadores del banquillo: entraron Vallecillo, Velasco, Marcos y Astudillo para refrescar el equipo. Hubo incluso tiempo para que el recién llegado Velasco probara suerte desde la frontal. La Arandina, fundida y con una plantilla corta, apenas se acercó al área morada. Para colmo, se quedó con nueve tras la expulsión de González en el 82’.
Una declaración de intenciones
El Palencia CF firmó un debut rotundo: cuatro goles, portería a cero y la sensación de que la idea de Marchena empieza a tomar forma. “Un equipo ambicioso, agresivo y con energía”, había prometido el técnico. Eso fue lo que se vio en La Balastera: un grupo que se vació, conectó con la grada y se marcha de la primera jornada con la ilusión arriba antes del derbi ante el Becerril la próxima semana.
