ZBE de Palencia ¿Y ahora qué?

Una cámara de las que controlará el acceso y salida de la Zona de Bajas Emisiones a través de la calle Don Miro. / Óscar Herrero

La no aprobación definitiva hoy de la Ordenanza aboca al Ayuntamiento a comenzar de nuevo su tramitación, que no llegaría a tiempo para entrar en vigor el 1 de enero

Las cámaras ya otean desde hace unas semanas el perímetro de lo que iba a ser la Zona de Bajas Emisiones de Palencia. Son y, por ahora serán, vigías ciegos. Apagados. Con una venda su ojo electrónico y, por mucho que se acerque un enemigo, por ejemplo un diésel humeante con una matrícula con la P (de Palencia) y una B o una C tras cuatro números, no podrán hacer nada. Harán la vista gorda.

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La negativa del Pleno del Ayuntamiento de Palencia a dar de paso de forma definitiva la Ordenanza que el pasado mes de enero sí aprobó de forma provisional, coloca a la ciudad, al Consistorio y, especialmente, al equipo de Gobierno en una situación complicada. Quien gobierna es siempre el responsable (para lo bueno y para lo malo; para los éxito y para los fracasos). Y sí o sí, se incumplirá la obligación de tener una Ordenanza que regule la Zona de Bajas Emisiones, creada por imperativo legal (Ley 7/2021, de 20 de mayo) para cumplir la normativa, antes del 1 de enero.

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Consecuencias: la alcaldesa, Miriam Andrés, lo ha manifestado esta mañana, durante el Pleno. De momento, “la devolución de 1,5 millones de euros de la instalación de las cámaras de vigilancia”, los paneles gigantes de información del tráfico y las estaciones de control de polución ya que todo estaba en el mismo contrato.

En el peor de los casos “los 7 millones de euros recibidos en subvenciones de las distintas convocatorias así como la exclusión directa del Consistorio capitalino de próximas subvenciones, como por ejemplo, para poder acometer reformas en el centro de la ciudad o la pérdida de ayudas al transporte público”, trasmitía la cuenta oficial del Ayuntamiento en redes sociales.

Algunas de esas ayudas sufragaron proyectos adjudicados en el pasado mandato. De hecho, la licitación del contrato de las cámaras de control de la Zona de Bajas Emisiones se produjo antes de la llegada del PSOE a la Alcaldía, pero a eso volvemos luego.

Vías al futuro.

Ahora, una vez decaída la Ordenanza al no haber sido aprobada (solo votaron a favor los concejales del PSOE, se abstuvieron los de Vamos Palencia e IU Palencia y lo hicieron en contra los del PP, Vox y no adscritos en votación nominal), por mucho que se vuelva a negociar todo lo que acompañe (por dentro y por fuera) a esta Ordenanza, como la apertura de La Cestilla y Don Sancho, habrá que volver a redactar el texto y articulado.

Es decir, arrancar de nuevo, volver a delimitar la zona en la que se aplicará, las exenciones, las sanciones, las fechas… Todo. Como explicó de una forma gráfica a Palencia en la Red la concejala no adscrita Sonia Lalanda, secretaria municipal en un ayuntamiento de la provincia palentina desde hace años, “como en la oca, cuando caes en la calavera, tienes que volver a la casilla de salida”. Y la Ordenanza hoy cayó en la calavera a escasas casillas de alcanzar el 63 con el jardín de las ocas. Es decir, su aprobación definitiva.

El proceso pasa de nuevo por tramitar un texto en Comisiones, llevarlo a Pleno y aprobarlo de forma provisional, someterlo a exposición pública durante un mes para que quienes lo deseen presenten alegaciones. Resolver y contestar esas alegaciones y volver a presentárselo al Pleno para que se apruebe definitivamente. Solo si no hubiera alegaciones tras la provisional (algo casi improbable) se daría por aprobada sin tener que volver a pasar por pleno. En todo caso, deberán pasar otros 15 días desde su publicación hasta su entrada en vigor

Eso extiende el proceso mucho más allá del 1 de enero. Fuentes consultadas plantean que el Ayuntamiento para salvar a la ciudad de la obligación de devolver dinero podría ganar tiempo “dando traslado” de que está trabajando en una nueva Ordenanza. Sería como decirle al jefe que reclama que hagamos algo “ya va. Me ha fallado el ordenador, estoy en ello y ahora mismo lo mando”. ¿Colará? Veremos.

Pero ese traslado debe darse con unas garantías de que la tramitación avanza y la negociación también. Dos grupos no se han opuesto hoy en redondo: IU y Vamos Palencia. Sus tres concejales se han abstenido. Logrando su apoyo y sumados a los 10 del PSOE,  daría para sacar la adelante un nuevo texto. A destacar que en enero Vamos Palencia (entonces con tres concejales) votó en contra y hoy se ha abstenido.

Otro camino a explorar sería que el Equipo de Gobierno se atuviera a lo que le pidió el Pleno por mayoría ya en el mes de abril. Que reabra al tráfico La Cestilla y Don Sancho en sentido desde La Compañía a la Diputación como se contemplaba cuando se planificó el proyecto de semipeatonalización del centro (en la época de Mario Simón como alcalde) y como se mantenía hasta después de la aprobación provisional de la Ordenanza en enero.

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Es ese ‘pequeño matiz’, el cierre unilateral por parte del Equipo de Gobierno, el que ha provocado que la Ordenanza de Bajas Emisiones no haya salido adelante. Sin él, a estas horas, Palencia tendría esa Ordenanza.

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Porque, con el resto, el PP estaba de acuerdo y sus votos con los del PSOE, como en la provisional, hubieran sido suficientes.

De hecho, volvemos donde lo dejamos, la base general de la delimitación de la Zona de Bajas Emisiones se marcó en el anterior mandato con Simón de alcalde (Cs), con Alfonso Polanco (PP) como teniente de alcalde y ambos partidos en el equipo de Gobierno. Fueron quienes presentaron a unas ayudas estatales convocadas en 2022 “la solicitud de Implantación de ZBE y actuaciones para el fomento de modos activos de movilidad, mejora de calidad del aire y reducción del ruido en Palencia, donde se integraba la actuación de la Implantación del proyecto de la ZBE diseñado para el centro de Palencia que, después de la valoración de las propuestas presentadas ha sido incluida entre las propuestas que obtienen la subvención en esta convocatoria, por Resolución del MITMA de fecha 24 de julio de 2023″. En base a esa ayuda se  redactó posteriormente el contrato para la instalación de las cámaras que ya se licitó en septiembre de ese año 2023 con Andrés en la Alcaldía.

Y porque la Ordenanza que hoy debía haber sido aprobada definitivamente contó con el apoyo de los populares en enero de 2025 tras haberse incorporado algunas ideas de los de Víctor Torres (PP).

Pero tras el anuncio del cierre definitivo de los Cuatro Cantones en marzo, el PP condicionó su voto positivo en la sesión de hoy a que se reabriera el centro de la ciudad.

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Y ahí, los de Miriam Andrés no han cedido. Es más, se han mostrado firmes desde marzo. ¿Podrían reconciliarse ambas posturas?

También otros grupos y concejales han manifestado que podrían estar de acuerdo con una nueva Ordenanza de Zona de Bajas Emisiones que tuviera otros límites. Mucho más laxos que toda la almendra de la ciudad comprendida entre la orilla del Río, y las avenidas Simón Nieto, Casado del Alisal, Manuel Rivera y El Parque del Salón. Es decir, que se planteara una Zona de Bajas Emisiones en espacios muy concretos y casi sin afección al tráfico de la ciudad. Aunque para eso habría que mover también las cámaras ya colocadas en el perímetro ya marcado desde hace meses.

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Y cabe la posibilidad de que Palencia se declare insumisa de la normativa. Aunque eso seguramente traiga consecuencias a futuro.

En todo caso, ahora mismo la pelota está en el tejado del Equipo de Gobierno que no solo tendrá que negociar el articulado de una nueva Ordenanza sino también los proximos Presupuestos y, a buen seguro, ambos aspectos se tocan.

Mientras, las cámaras seguirán como vigías ciegos en las atalayas en las que se han colocado, con la misma utilidad (para lo bueno y para lo malo) que aquellas que se colocaron para controlar los accesos a las zonas peatonales: ninguna por falta de una Ordenanza (para lo bueno y para lo malo). Así no habrá diferenciación entre un Tesla y un Barreiros. Como todo, para lo bueno y para lo malo.

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