Por Juan Jesús Nevares Heredia*
Muchos de nuestros pueblos poseen bienes comunales que, como su nombre propio indica, pertenecen a todos los vecinos y constituyen una parte esencial de sus bienes históricos. Aunque esto es una suerte para los pueblos que los tienen, en otros lugares estos bienes públicos se perdieron en manos de unos pocos y, actualmente, lejos de ser un beneficio para todos, se han convertido en un foco de enfrentamientos entre vecinos y, en muchos casos, de disputas judiciales.
Todo ello contribuye a que nuestro mundo rural siga muriendo. Existen municipios, juntas vecinales y pedanías que poseen cientos de hectáreas de terrenos públicos que, lejos de aportar a las arcas del común lo justo, son solo beneficio para unos pocos. Así, unas fincas públicas recaudan muchas veces menos del 25% de lo que sería una renta habitual en el mercado libre. Este escasísimo rendimiento hace que no se puedan llevar a cabo los proyectos de desarrollo necesarios por parte de nuestros pueblos y hace que una gran parte de los vecinos en varios de dichos pueblos aumente las protestas ante un problema tan latente.
Todo ello bajo la connivencia y el amparo de la Junta de Castilla y León, que es quien debiera hacer una norma común, justa y ecuánime para regular, de una vez por todas, los bienes comunales, que, en el caso de Palencia, son miles de hectáreas. Mantener este sistema de prebendas, donde unos pocos se quedan con el beneficio de todos, lo único que hace es perpetuar un sistema clientelar basado en la desigualdad, para el que la llegada de nuevos pobladores es un grave problema, pues son nuevos vecinos de derecho y serían vistos como “competidores de ese reparto”.
Es decir, esto se sostiene únicamente gracias a la DESPOBLACIÓN y lo único que genera es más DESPOBLACIÓN, así como graves disfunciones en nuestros consistorios, que son los que deciden, en última instancia, a quién reparten y a quién no, rayándose muchas veces el nepotismo, pues dos o tres personas deciden quién es vecino y quién no, siendo muchas veces jueces y parte. Todo esto se perpetúa, no se sabe si por la falta de voluntad política, el desinterés o la continua inacción de la Junta de Castilla y León, y en concreto de la Dirección de Administración Local de la Consejería de Presidencia que, en vez de arreglar esta situación, prefiere que la infrafinanciación de los pueblos continúe y que los enfrentamientos de vecinos y las injusticias se eternicen, pues quizá le interese mantener una red clientelar y un sistema tan cercano al caciquil, donde unos pocos obtienen beneficios de lo que pertenece al común.
Por ello, es de ley exigir a la Junta que los miles de hectáreas pertenecientes a toda la población de nuestros pueblos sean regulados por una administración supralocal que se ajuste a derecho, al sentido común y al siglo XXI, y así dejar de hacer dejación de funciones. Es necesario abrir un debate serio y transparente que devuelva a los vecinos la gestión justa de lo que les pertenece. Desde Palencia Tierra Viva, reafirmamos nuestro compromiso con la defensa del patrimonio común y exigimos soluciones que garanticen una gestión equitativa y transparente de los bienes comunales.

* Juan Jesús Nevares Heredia es alcalde de Husillos y portavoz provincial de Palencia Tierra Viva, y el texto está consensuado con su directiva


