El hombre está investigado, tras salir voluntariamente de su vehículo, de tres delitos contra la seguridad vial
El corte de la A-231, entre Carrión de los Condes y Ledigos le está facilitando a la Guardia Civil de Tráfico su labor de control a los vehículos. Una velocidad más lenta de circulación, mayor número de cruces donde dar el alto y una incremento de seguridad para los agentes a la hora de comprobar los diferentes vehículos, aunque para parar a alguno haya que avisarle de lejos.
Investigado por conducir a 248 km/h en Carrión de los Condes
Pero este mayor número de controles también ha dado una situación esperpéntica en la provincia de Palencia. Casi propia de una escena cómica de La Hora de José Mota, por ejemplo. Porque, imagínense la cara de los números de la Benemérita cuando al dar el alto a un vehículo, no solo cierra el seguro de las puertas sino que además trata de esconderse… en los asientos de atrás del vehículo.
Es lo que ha ocurrido este pasado domingo en la localidad de Calzadilla de la Cueza, una localidad por la que pasa esa N-120 nutrida ahora de más vehículos. Según informó la Guardia Civil, una de sus patrullas estaba realizando un control en la carretera N-120 y comprobó el estado de un vehículo introduciendo la matrícula en la base de datos de la DGT. La consulta les arrojó a los agentes varias respuestas preocupantes: El vehículo no tenía seguro en vigor, la ITV estaba caducada… Podría ser hasta lógico, cuando su titular tenía el permiso temporalmente suspendido por sentencia judicial.
La reacción
Solo que en este caso hay poca lógica, porque el vehículo no estaba parado, sino circulando. Así que que la pareja del Instituto Armado dio el alto al vehículo dentro del Casco Urbano de Calzadilla de la Cueza.
Y ahí es cuando, tras comprobar los agentes que el conductor, un hombre de 37 años, es el propietario del vehículo, este se parapeta tras el cristal de las ventanillas y las puertas, cerrando el seguro y decide que lo mejor que puede hacer para huir del lío en el que él solo se ha había metido, (tres presuntos delitos, además de la multa económica) era pasarse a los asientos de atrás y esconderse de los agentes. Y ahí volvemos a la cara de los agentes viendo la acción del hombre como quienes ven un sketch de Mister Bean.
Finalmente el hombre, al comprobar que esa actitud no hacía desaparecer a los uniformados de la puerta de su vehículo, optó por salir voluntariamente del vehículo y asumir las consecuencias de sus actos. Se sometió a las pruebas de detección de alcohol y drogas, dando resultado positivo en ambas, por lo que se investigó por un total de tres presuntos delitos contra la seguridad vial: uno por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, otro por conducir bajo la influencia de drogas tóxicas y un tercero por conducir con el permiso de conducción suspendido por decisión judicial.
