La afición palentina disfrutó de una gran victoria de su equipo ante un rival como el Movistar Estudiante
Victorias como la de ayer ayudan a olvidar. A olvidar tardes como las del 31 de octubre, en la que el Palencia cosechaba una de sus peores derrotas. Lo que hace menos de un mes eran silbidos, ayer eran palmas y gritos de felicidad. Por la victoria, sí. Por sobre quien fue, también. Por cómo, sobre todo. Una tarde marcada por dos cifras. el 31 y el 25.
No comenzó al tarde animada. Más bien todo lo contrario. Con el recuerdo, con un minuto de silencio, a Antonio Ruiz Maeso, secretario de la Delegación Palentina de Baloncesto y Árbitro de la Federación Regional. Silencio y respeto en el municipal con todo el público de pie. Alguna lágrima se escapó en la mesa de anotadores.
Iba la parroquia palentina con miedo a lo que pudiera suceder. Hombres de poca fe dice algún pasaje de la Biblia. Afición temerosa de que el Movistar le quitara la cobertura de la liga al Palencia. Pero pasado los primeros momentos de enganchar a la red, y tras remontar el marcador al Estudiantes, a la afición, como al equipo, le empezó a llegar el 5G+.
Así que con la alegría de que los datos positivos comenzaran a fluir, las gradas palentinas comenzaron a disfrutar y de lo lindo. Viendo como su equipo noqueaba a todo un Movistar Estudiantes. De cómo parecía un partido de patio de colegio (ambos clubes vienen de eso), pero con tres cursos de diferencia.
Al final, ahí viene el primer número de la noche, 31 puntos de diferencia con el rival.
El otro, el 25, lo propuso la Demencia, la afición del Estudiantes. Animando durante todo el partido, hasta cuando las cosas ya pintaban mal, no, lo siguiente con los suyos. Puede, dicen, que no se les escuchó mucho por todo el pabellón. Buena razón de ello, la cifra de los que se desplazaron.
Y ahí su queja. Los 25 euros que les costó la entrada. Una cifra con la que mostraron su disconformidad. Lo cierto es que se trataba de la misma cantidad que tuvieron que abonar el resto de asistentes no abonados, en los fondos y la misma que pagaron el pasado curso en su visita a Palencia. Ellos estaban en la parte alta, en las supletorias frente a su banquillo. Con una pancarta manifestaron su queja. «¿25? Por el culo te la hinco».
Más allá de la queja, el comportamiento de la afición rival fue normal y tranquila. Solo con un percance, la rotura (accidental) de la madera de una de las supletorias.

La Demencia acabó gritando el nombre de Palencia al finalizar el encuentro, no sin antes pedir la dimisión de su propia directiva.




























