Investigadores de la Universidad de Valladolid y California descubren cómo bacterias beneficiosas productoras de ARN protegen a los cultivos mediante un sistema natural de comunicación entre reinos

Un estudio del iuFOR y la Universidad de California revela que bacterias beneficiosas del suelo, como Bacillus subtilis, pueden proteger plantas de hongos mediante ARN antifúngico encapsulado en vesículas, ofreciendo una solución ecológica y sostenible para la agricultura y silvicultura.
Racimo de uvas con diferentes estados de maduración y hongos visibles.
Investigadores descubren cómo bacterias protegen cultivos de hongos. Un avance en la agricultura sostenible.

El estudio, publicado en Molecular Plant, la revista científica de mayor impacto en ciencias vegetales, revela un nuevo mecanismo de defensa frente a hongos devastadores como Botrytis y Verticillium, con posibles aplicaciones en la agricultura y los sistemas forestales

Un equipo internacional liderado desde el Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (iuFOR) de la Universidad de Valladolid ha descubierto que bacterias beneficiosas del suelo pueden proteger de forma natural a las plantas gracias a un sofisticado sistema de comunicación molecular que traspasa las fronteras entre especies y reinos.

La investigación, en colaboración con la Universidad de California Riverside, ha sido publicada en la revista científica Molecular Plant (factor de impacto 24.1), la más influyente del mundo en artículos de investigación originales del área de ciencias vegetales. En ella, los investigadores describen cómo ciertas bacterias beneficiosas del suelo, como Bacillus subtilis y Pseudomonas putida, pueden ser modificadas para producir ARN antifúngico, un tipo de molécula capaz de silenciar genes esenciales de los hongos que atacan a las plantas.

Lo más novedoso del hallazgo es que estas bacterias empaquetan el ARN en vesículas extracelulares (EVs), que actúan como cápsulas naturales de transporte. Estas EVs son capaces de cruzar las barreras celulares del hongo e interferir en sus mecanismos de infección, en lo que supone la primera demostración de comunicación entre microorganismos de distintos reinos (bacterias y hongos) mediante vesículas.

Según Jonatan Niño Sánchez, investigador principal del estudio, este mecanismo demuestra una forma de defensa natural que podría ser aprovechada tanto en la agricultura como en la silvicultura para controlar enfermedades de forma más sostenible, sin necesidad de recurrir a productos químicos.

El trabajo se ha probado con éxito en cultivos de tomate, donde se logró frenar infecciones por parte de hongos destructivos como Botrytis cinerea (moho gris) y el patógeno vascular Verticillium dahliae, que afecta tanto a cultivos agrícolas como a especies leñosas y forestales.

Esta estrategia, basada en ARN y desarrollada a través de bacterias beneficiosas, abre una vía innovadora y ecológica para el control de patógenos en los sistemas agrícolas y forestales, especialmente relevante ante el aumento de resistencias a fungicidas y la creciente preocupación por el impacto ambiental de la agricultura convencional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Noticias más vistas: