Palencia se manifestó esta tarde con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres
En Palencia, bajo el lema ‘Ni una menos por dignidad, por ley, por justicia’, cerca de 600 personas, se concentraron en una protesta en la que se denunció la “involución” en los derechos de las mujeres y exigió justicia ante los últimos casos que han generado indignación en Castilla y León.
En el manifiesto leído al final de la protesta se puso el foco en lo que las organizadoras calificaron de “reacción patriarcal” en parte de la judicatura. “Estamos hartas de las injusticias que caso tras caso vemos en los juicios por violencia machista”, proclamó la portavoz.
El manifiesto abordó además otras reivindicaciones históricas del movimiento feminista como la aprobación de una ley contra la prostitución, el fin del vacío legal que la ampara, la activación real de los protocolos contra el acoso sexual, la necesidad de educación sexual frente a la influencia de la pornografía y la atención específica a las mujeres mayores, especialmente en el ámbito rural y en residencias.
Miles de personas salieron a la calle esta noche en Castilla y León para denunciar la violencia machista aprovechando la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
En la protesta de Valladolid se puso el acento en la violencia machista que se genera desde las instituciones. Así, la portavoz de la Coordinadora de Mujeres, Yolanda Martín, condenó la violencia que todavía se ejerce contra las mujeres desde las instituciones, “que sería donde más seguras nos deberíamos sentir, aunque estamos viendo lo contrario”. En este sentido hizo referencia a los discurso de odio que se pueden escuchar en los parlamentos, o la revictimación que sufren muchas mujeres por parte de la judicatura cuando van a denunciar una agresión.
A la manifestación también asistió la portavoz del Partido Socialista de Castilla y León en las Cortes, Patricia Gómez, que también aseguró que hay que poner fin a la violencia machista en las instituciones y expulsar de las mismas a los gobernantes que la niegan. En este sentido, criticó que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, “pactara con la ultraderecha y metiera en las instituciones a los negacionista de la violencia de género”.
Por su parte, la secretaria general de Comisiones Obreras Castilla y León, Ana Fernández, aseguró que sigue siendo necesario la lucha diaria por los derechos de la mujeres y la erradicación de la violencia machista, “que es la mayor lacra social que vive nuestro país”. Además, pidió una reflexión a todos los partidos políticos para que sean capaces de aunar un consenso para acabar con la violencia de género”.
Mientras tanto, en León se lanzó un mensaje de preocupación por la violencia digital que se ejerce contra las jóvenes y la necesidad de más formación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el sistema sanitario y las aulas. “No podemos seguir viendo lo que está pasando con ‘influencers’, ‘youtubers’, que son un poco el altavoz de esta nueva forma de ejercer la violencia contra las mujeres. Nos preocupa que los chicos jóvenes sigan esa senda y al final reproduzcan comportamientos machistas, sobre todo en las redes. Hay que recordar que los delitos contra las mujeres, sobre todo entre los jóvenes, se están incrementando y eso es muy preocupante para el futuro”, manifestó la portavoz de la Plataforma Contra la Violencia Machista, Pilar González.
Además, reclamó más formación tanto en los agentes de la ley que atienden a las víctimas, como en el personal sanitario que las trata y, especialmente, en el profesorado, dado que los centros educativos son otro lugar de detección de ese problema y de lucha para que no se sigan esos comportamientos. “Necesitamos sensibilización y mucha, mucha, formación”, insistió después de lamentar también “discursos negacionistas que cada vez tienen más avance”.
En Burgos, bajo una lluvia persistente y un frío que calaba los huesos, cientos de burgaleses volvieron a llenar las calles del centro para reivindicar, un año más, el fin de la violencia machista. La manifestación avanzó entre paraguas y pancartas moradas, acompañada por gritos que recordaban a las víctimas y exigían políticas firmes. “Nos gustaría no estar aquí, pero aquí estamos otra vez”, lamentaba Silvia Adrián, portavoz de la Coordinadora Feminista, que insistió en la necesidad de denunciar todas las violencias, también aquellas menos visibles, como la económica o la vicaria, que siguen sin un reconocimiento legislativo pleno.
La activista alertó especialmente del retroceso entre los jóvenes. Explicó que cada vez más adolescentes niegan la existencia de la violencia machista y normalizan conductas agresivas a través de la música, los videoclips o el consumo temprano de pornografía. Adrián recalcó que la clave está en actuar desde la raíz; la educación. “Hay que educarles desde pequeños”, señaló con contundencia, reclamando talleres, formación docente en igualdad y presencia real de estos contenidos en el currículo escolar para evitar que las nuevas generaciones reproduzcan patrones de violencia ya enquistados.
En la marcha también estuvo presente el exalcalde de Burgos y portavoz socialista, Daniel de la Rosa, quien recordó el compromiso de su formación con esta lucha y lamentó las vidas arrebatadas por la violencia machista en lo que va de año. Subrayó la necesidad de mantener y reforzar las políticas públicas, destacando que “no podemos bajar la guardia” en un contexto en el que los casos entre menores se multiplican y la sociedad sigue enfrentándose a discursos negacionistas.
En Salamanca, algo más de un millar de personas secundaron la convocatoria del Movimiento Feminista que, un año más, volvió a marchar desde la plaza de la Concordia para teñir de violeta las principales arterias de la capital del Tormes en su recorrido hacia la Plaza Mayor. Una pancarta en recuerdo de las víctimas de la violencia machista durante el último año reivindicaba su ausencia y la necesidad de incidir en el cambio, social y político, que requiere la lucha contra esta lacra.
Bajo el lema ‘El machismo nos cuesta la vida’, la comitiva desfiló por la calle hasta desembocar en una Plaza Mayor que fue testigo de las palabras de un manifiesto elaborado al efecto. El ágora salmantina había sido testigo, previamente, de la lectura de una declaración institucional, en un acto organizado por el Ayuntamiento, a la que sucedió la exposición de un decálogo contra la violencia machista elaborado por estudiantes del Máster Universitario en Estudios Interdisciplinares de Género de la Universidad de Salamanca.
Mientras tanto, en Segovia el escenario de la concentración fue la plaza de San Martín, donde los asistentes, al grito: ‘Sin miedo. Hablar puede cambiarlo todo’, reivindicaron la erradicación de la violencia de género, además de exigir la igualdad entre hombres y mujeres. Por su parte, recordaron a las víctimas que han sufrido esta lacra tanto a nivel nacional como provincial.
Por su parte, unas 300 personas se dieron cita en la convocatoria del Movimiento Feminista de Ávila, participaron en la manifestación que recorrió las calles más céntricas de la ciudad y en la que se recordó a las víctimas con una idea, según apuntó Asunción de Álvaro, representante de la Asamblea Feminista de La Casa de Abril, que las mujeres “podamos ir por la calle y por la vida libres y sin miedo”.
Zamora
En Zamora fueron unas 400 personas las secundaron la convocatoria formulada por la Coordinadora Feminista de Zamora . “Un ‘catálogo de asesinos’ de todas las edades: 17, 40, 25, 89… Jubilado, estudiante, militar, temporero, economista. Clase media, baja, alta… Son hombres machistas capaces de matar a su compañera, a su hermana, a su madre o a sus propios hijos de la forma más salvaje y cruel”, señaló el manifiesto, leído por la portavoz de la Coordinadora Feminista de Zamora, Lola Estévez.
El manifiesto acusó de “cinismo” a quienes se llevan las manos a la cabeza con las agresiones sexuales y las violaciones “y no hacer nada para acabar con el sistema de prostitución y la pornografía; sobre todo porque está demostrado que una cosa lleva a la otra” e instó a quienes tienen la capacidad y las competencias a “legislar ya” al respecto.
Por último, incidió en que “si tocan a una, respondemos a todas” y concluyó: “Si estamos unidas, no os tenemos miedo porque tenemos derecho a vivir sin miedo”. Tras la lectura del manifiesto, un coro formado por una treintena de mujeres y dirigido por Ana Castro interpretó el himno titulado ‘Vivir sin miedo’, de la compositora mexicana Vivir Quintana.











