El jugador de Súper Agropal Palencia se recupera de una lesión en la fascia del pie y destaca la importancia de la experiencia en la superación de contratiempos
Lo primero, ¿qué tal te encuentras de tu lesión en la fascia del pie?
Bien, son cosas que pasan en este oficio. Ahora toca esperar a que cicatrice bien y trabajar mucho con Joseda y con Pablo en el gimnasio. Es un poco rollo, pero son cosas que suceden, no se pueden evitar y hay que afrontarlas de la mejor manera posible.
¿Cómo se mentaliza un jugador para superar una lesión?
Una gran parte es haberlo pasado antes. Vengo de recuperarme de una lesión muy grave la temporada pasada, y eso te ayuda a ver las cosas en perspectiva. Si es solo un mes o mes y medio, al final piensas “ni tan mal”. Los que llevamos tiempo y hemos pasado por muchas cosas, ya sabes un poco qué esperar, a qué atenerte y cómo afrontarlo.
Así que, que en principio ¿el plazo recuperación es de mes, mes y medio?
Sí, eso es. Los plazos son siempre orientativos, porque la evolución final la marca la propia lesión, pero sí, en torno a eso.
Si nos remontamos al verano, ¿qué te llevó a querer unirte a Súper Agropal Palencia?
Principalmente, el interés que mostraron desde el principio. Creo que apostaron fuerte por mí y me dejaron las cosas muy claras sobre lo que querían. Para un jugador ya veterano, el que te quieran y te valoren así es una de las principales razones. Otro factor era la cercanía a casa, ya que mi familia y yo somos de Ávila. Me atrajo el proyecto que me explicaron, la ciudad y todo en conjunto.
El equipo está teniendo muy buenos resultados, ¿cuáles son los puntos fuertes que lo definen?
Creo que uno de ellos es, precisamente, el conjunto. Somos 12 jugadores que podemos jugar y aportar en cualquier momento, y ahí está el sacrificio de cada uno por el equipo. En defensa, por ejemplo, estamos haciendo un gran trabajo. Luego tenemos muchas armas ofensivas, mucha gente que es peligrosa para anotar. No dependemos de uno o dos jugadores, hay gente que aporta en todas las posiciones. Creo que esa es nuestra fortaleza y hay que seguir por ese camino.
Acabáis de clasificaros para los cuartos de final de la Copa España, donde os enfrentaréis a Obradoiro. ¿Te motiva jugar contra tu anterior equipo?
(Ríe) Sí, sí, sí. Mentiría si dijera que no me hace ilusión, claro que sí. Cuando juegas contra tus exequipos siempre es especial. En este caso, jugar contra el Obradoiro lo es, más aún teniendo en cuenta que jugamos partidos seguidos contra ellos. Ahora mismo, mi horizonte temporal es recuperarme para ese partido. Es una motivación clara, y el hecho de que sea en la Copa, donde se decide quién pasa a la final, lo hace aún más especial.
¿Qué fortalezas aporta Álvaro Muñoz al equipo?
Creo que experiencia y polivalencia. Puedo hacer un poco de todo, soy una amenaza en el tiro exterior y en defensa intento hacer lo que toque. Me adapto bastante bien a lo que se me pida.
Has jugado dos temporadas en Alemania. ¿Cómo es el baloncesto allí? ¿Hay diferencias con el español?
Es diferente. La principal diferencia es que, a nivel de reglas, puedes tener seis extranjeros. Allí, tanto un español como un americano cuentan como extranjero, por lo que la mayoría de los equipos tienden a tener seis americanos. Eso hace que sea un baloncesto, en general, mucho más individualista, de uno contra uno, y no tanto de sistema. El baloncesto español es un poco más táctico. La liga alemana es muy física, muy rápida y con mucho uno contra uno. Esa es la principal diferencia.
¿Qué aporta a los jugadores españoles salir a jugar a otras ligas?
Para mí fue un cambio de perspectiva bastante grande. Aquí estás cerca de casa, pero allí te das cuenta de lo duro que es para los jugadores americanos o europeos estar fuera de casa ocho o nueve meses. A mí, el tramo final del año se me hizo muy largo. Entiendes mejor su situación.
Además, te abres de mente, ves otro tipo de baloncesto, otros entrenadores, especialmente americanos, con los que no había tenido contacto. Vas ampliando tu bagaje.
Una pregunta personal: ¿Qué prefieres? ¿El centollo gallego, el chuletón de Ávila, el codillo alemán o el lechazo palentino?
Me quedo con el de casa, el chuletón de Ávila.
Un mensaje para la afición…
Que sigan apoyándonos como hasta ahora. Todo el equipo estamos encantados con la experiencia de jugar aquí en casa, es increíble. Va a ser una temporada muy larga e ilusionante, en la que puede haber altibajos, así que confiamos en que sigan ahí con nosotros.
Más personal
¿Cuál es tu primer recuerdo relacionado con el baloncesto?
Uy, va a sonar a recuerdo inventado, pero me acuerdo de las finales de Michael Jordan contra Utah en el 97. Yo tendría unos siete años y me acuerdo de verlas por primera vez.
Si tuvieras un día completamente libre, sin entrenamientos ¿cómo te gustaría que fuera? Hay dos variantes: una con niños y otra sin ellos. En un día ideal, que se despierten tarde, a las 8:30 en vez de a las 7. Desayunar tranquilos, ir a dar un paseo con ellos, comer en algún sitio rico y que por la tarde echen una buena siesta. Me encanta ir al cine, así que lo ideal sería que se quedaran con los abuelos y poder ir a ver una película por la tarde.
¿Había algún otro deporte que te gustase practicar de pequeño? Como el 90% de los chavales, jugaba al fútbol. Lo hice hasta los 10 años más o menos, que di un estirón y luego ya me cambié al baloncesto.
¿Qué no puede faltar nunca en tu nevera? Aguacates. Sí, soy bastante fan de los aguacates.
Si tuvieras que organizar un plan con todo el equipo ¿qué actividad sería? Pues mira, estuvimos el otro día jugando al golf y creo que estuvo súper bien. Me gustó mucho, apenas lo había probado antes. Me pareció un plan súper chulo.
¿Hay algo que te dé miedo o te ponga nervioso fuera de la pista? He visto últimamente la serie Pubertad, y la adolescencia de mis hijos me da un poco de pánico.
¿Eres una persona madrugadora o trasnochadora? Trasnochadora, pero desde que tengo niños, ya menos.
Alguna manía… El día de partido salgo con las zapatillas desatadas y me las ato en el banquillo.
