El dueño del inmueble alertó a los servicios de emergencia al constatar que la cerradura de un piso de su propiedad, situado en la segunda planta, había sido sustituida
Agentes de la Policía Local impidieron el pasado sábado la ocupación ilegal de una vivienda en un edificio del centro de la ciudad que está destinado a ser derribado. La intervención fue posible gracias a la rápida llamada del propietario al 112.
El dueño del inmueble alertó a los servicios de emergencia al constatar que la cerradura de un piso de su propiedad, situado en la segunda planta, había sido sustituida. En su declaración, explicó que realiza visitas periódicas al inmueble precisamente para prevenir ocupaciones, dado que el edificio cuenta con un proyecto de demolición en vigor. Fue durante una de estas rondas de inspección cuando detectó la anomalía.
Patrullas policiales se presentaron en el lugar en cuestión de minutos. Una mujer de 34 años abrió la puerta a los agentes y afirmó que llevaba quince días viviendo allí junto a un hombre y sus hijas menores, aunque en ese instante se hallaba sola. Tras obtener su consentimiento para acceder al interior, los efectivos localizaron a un varón de 37 años escondido tras la puerta de una habitación.
Una vez identificado y registrado, se comprobó que el hombre tenía una condena de localización permanente pendiente. Durante el registro del domicilio, los policías encontraron la cerradura original forzada y la caja del nuevo bombín instalado, pero no hallaron efectos personales que evidenciaran una residencia estable.
Con el apoyo de la Policía Nacional, los agentes informaron a ambos individuos sobre las consecuencias penales y civiles de sus actos, tras lo cual accedieron a abandonar la vivienda. Al propietario se le informó de los derechos que le asisten y se le recomendó cambiar de nuevo la cerradura para evitar un nuevo intento de ocupación en el edificio que será demolido.





