30 años defendiendo los derechos humanos en todo el mundo, desde Palencia

Amnistía Internacional Palencia celebra su 30 aniversario destacando su lucha por los derechos humanos, el apoyo a comunidades indígenas en Colombia y la condena al genocidio en Gaza, invitando a la participación ciudadana en estas causas.
Grupo de activistas de Amnistía Internacional en una reunión
Un grupo de activistas de Amnistía Internacional se reúne para promover los derechos humanos.

Amnistía Internacional Palencia conmemora su trigésimo aniversario en un momento «peligroso» para los derechos humanos

La comunidad indígena de El Porvenir, en Colombia, lleva décadas luchando por el reconocimiento de sus derechos territoriales y el respeto a su identidad cultural y social.

Largos años de discriminación, abusos e incluso riesgo para la integridad física y para la vida, que en los últimos tiempos por fin empiezan a vislumbrar una solución política y justa. Una solución a la que se avanza desde el reconocimiento de sus derechos por parte de las autoridades, para la que ha sido clave que toda la comunidad de este pueblo colombiano, pero también del resto del mundo, alzara la voz.

También desde nuestra provincia. «Desde Amnistía Internacional Palencia, les enviamos pancartas y contribuimos a la presión enviando cartas a las administraciones públicas. Conseguimos que el nuevo gobierno, formado en 2023, reconozca algunos derechos como indígenas». Así lo cuenta Juan Lucas, representante de AI Palencia. «Ellos nos decían que poder tener pancartas en las que expresar sus reivindicaciones era importante. Y se las hicimos llegar, no sin esfuerzo. Es cierto que eso no termina de resolver la situación de injusticia: la violencia continúa. Pero ha contribuido a un primer reconocimiento oficial», paso necesario para el fin de este conflicto.

Es solo un ejemplo de cómo el activismo desde aquí, tan lejos de los lugares donde se producen violaciones sistemáticas a los derechos humanos, puede tener un gran impacto.

Mediante acciones coordinadas desde Amnistía Internacional, que tienen refuerzo en lo local, por ejemplo, a través de la presentación de mociones en los ayuntamientos o la Diputación para dirigirse, de gobierno a gobierno, y poner el foco político.

O mediante campañas de apoyo a los propios activistas que tienen que exiliarse de sus países y llegar a España como refugiados, con varias personas ya conviviendo en Palencia, gracias a la mediación de Amnistía Internacional y la colaboración de voluntarios locales.

Son solo algunos ejemplos que el colectivo palentino pone en valor este otoño, con una nueva campaña de captación de activistas, que tendrá su punto álgido el 10 de diciembre, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Ese día, además, participan en actividades culturales como un taller de Antroñología de la sexualidad con la defensora de derechos humanos dominicana Rosanna Marzán, que tendrá lugar a las 11:00 horas en el Campus de Palencia de la Universidad de Valladolid, o un cine fórum en torno al documental ‘Cachita. La esclavitud borrada’ (2020), con un coloquio posterior sobre las responsabilidades y las esclavitudes del siglo XXI, organizada junto con la Universidad Popular de Palencia, a las 19:30 horas en la Fundación Díaz Caneja.

Actividades que representan un ejemplo de cómo la cultura, la educación y la reflexión contribuyen a la defensa de los derechos humanos, que se basa en la verdadera aplicación de la justicia, con verdad y reparación.

Cartel de Amnistía Internacional buscando activistas en Palencia
Amnistía Internacional invita a unirse a su causa en Palencia.

Tiempo peligroso

El grupo de activistas de Amnistía Internacional (AI) en Palencia conmemora su 30 aniversario en un momento que su presidente, Juan Lucas, describe como peligroso para los derechos humanos a nivel global.

La coordinadora de AI Palencia, Susana Laorga, subraya la potencia del activismo: «30 años de activismo nos han enseñado que el mundo puede cambiar, pero que no va a cambiar solo. Cuando las personas corrientes nos unimos en una acción común, podemos enfrentarnos a las injusticias y lograr cosas extraordinarias».

Esta organización que se financia exclusivamente con las cuotas de sus socios para asegurar su independencia de partidos políticos, empresas y grupos religiosos, y trabaja defendiendo los derechos humanos desde la sociedad civil. Su labor en Palencia ha abarcado algunos de los episodios más críticos de la historia reciente.

Una de las campañas más recordadas fue la lucha contra la pena de muerte, particularmente el apoyo a Joaquín José Martínez, un ciudadano peruano con nacionalidad española condenado en el Corredor de la Muerte en Estados Unidos. Los padres de Martínez fueron recibidos en Palencia por el entonces alcalde, y la presión internacional resultó clave para su liberación. Juan Lucas recuerda el impacto de esta acción: «Joaquín José salió del Corredor de la Muerte por la presión internacional, y vino a Palencia a agradecer agradecer nuestras gestiones.. Recuerdo que, en una charla en un instituto de la capital, empezó diciendo: «cuando yo tenía vuestra edad yo era un firme partidario de la pena de muerte. Ahora, mi vida ha cambiado, y soy un firme defensor de la vida”.

El grupo palentino también se movilizó en sus inicios para informar sobre el genocidio de Srebrenica en Bosnia, su primera campaña. Décadas más tarde, los responsables (Radovan Karadzic y Ratko Mladic) fueron juzgados y condenados por un Tribunal Internacional.

De Colombia a Gaza

Actualmente, AI Palencia centra sus esfuerzos en diversas crisis globales y temáticas cruciales, actuando tanto a pie de calle como mediante la presión diplomática a pequeña escala.

El grupo ha estado trabajando para apoyar a la comunidad indígena «El Porvenir» en el departamento de Meta, Colombia, que lucha por el reconocimiento de su territorio ancestral después de sufrir múltiples desplazamientos debido al conflicto armado. Y, como no podía ser de otra manera, colabora en las acciones que desde Palencia se promueven para denunciar y terminar con el genocido sobre la población de Gaza por parte de Israel.

Además de las ciberacciones y recogidas de firmas, el grupo lleva a cabo trabajo institucional con partidos políticos y entidades locales. Recientemente, lograron que el Ayuntamiento de Palencia aprobara una moción que condena el genocidio en Gaza y pide al gobierno español y a la Unión Europea tomar medidas concretas, incluyendo la prohibición de exportar armas y la colaboración con el Tribunal Penal Internacional (TPI).

El grupo también ha participado en el programa de protección temporal de defensores de derechos humanos de AI, acogiendo a una familia de defensores colombianos que se enfrentaban a amenazas en su país. El abogado acogido vive ahora en Palencia, donde se ha integrado plenamente.

Amnistía Internacional Palencia también se enfoca en la crisis climática, vista como la primera crisis de derechos humanos intergeneracional, afectando derechos como el acceso al agua, la vivienda y la sanidad. La convicción es que “Todos los derechos están interconectados y tienen que garantizarse por igual, no hay derechos de primera y de segunda”, aseguran.

En el marco de su 30 aniversario, AI Palencia convoca a los palentinos a unirse a sus fuerzas. Actualmente, Amnistía Internacional cuenta con más de 2 millones de miembros y simpatizantes a nivel mundial, y en Palencia hay 260 socios y decenas de activistas que han colaborado a lo largo de los años.

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