La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, defiende el lechazo como «el marisco de Castilla» y reclama una regulación efectiva del lobo para proteger las explotaciones
J.G.P. / ICAL
La presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, destacó el modelo cooperativo de Agropal como ejemplo de rentabilidad, sostenibilidad, innovación y cooperación, capaz de ofrecer estabilidad frente a la incertidumbre política y económica durante la clausura de la IX Jornada Técnica de Ovino y Caprino organizada por la cooperativa Agropal en el Hotel Rey Sancho de la capital palentina con más de un centenar de ganaderos. Durante su intervención, la presidenta defendió el lechazo como «el marisco de Castilla» y reclamó una regulación efectiva del lobo para proteger las explotaciones.
«Agropal os acompaña, defiende vuestros intereses y proporciona una visión de futuro para el sector agroganadero», añadió. En un tono reivindicativo, Armisén insistió en la importancia del relevo generacional, la adaptación a los cambios y la necesidad de aprovechar las oportunidades para lograr explotaciones rentables.

Durante su intervención, la presidenta reiteró el compromiso de la Diputación con el sector primario y reconoció que «sin ganaderos no hay pueblo, sin explotaciones viables no hay territorio y sin un sector primario fuerte no hay futuro». Asimismo, elogió la dedicación de los ganaderos por asistir a la jornada para formarse y compartir experiencias en un momento de retos complejos pero lleno de oportunidades.
Armisén puso especial énfasis en los productos emblemáticos de la gastronomía palentina, como los quesos y los lechazos. «El buen lechazo palentino y castellano es el marisco de Castilla; quien quiere marisco tiene que pagarlo», declaró, a la vez que defendió un precio justo para estos productos vinculados a la tradición y la identidad local, y destacó la raza churra, de la que la Diputación mantiene un rebaño élite en la finca de Tablares.

Finalmente, la presidenta reclamó una regulación efectiva del lobo que priorice la seguridad de la ganadería y posicionó a la institución como «un leal socio» del sector, comprometido con reducir burocracia, impulsar la innovación y escuchar las demandas para afrontar el reto demográfico




