El sindicato asegura que la decisión de la Comisión Europea facilitará la adaptación y transición en Renault y Horse en un momento “crucial” del sector
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) valoró de forma positiva y esperanzadora la decisión de la Comisión Europea de retrasar la prohibición total de los motores de combustión, inicialmente prevista para 2035. Una medida que el sindicato considera una buena noticia para los trabajadores, para la industria y para el conjunto de la ciudadanía de Valladolid y Palencia, donde el sector de la automoción es un pilar económico y social “insustituible”.
El sindicato subrayó que la flexibilización normativa aporta estabilidad y horizonte de futuro a un sector que da empleo directo e indirecto a miles de familias en la provincia. No en vano, recordó que las plantas de Renault y Horse en Valladolid concentran una parte importante del tejido industrial de Castilla y León, con miles de trabajadores que dependen de la continuidad productiva y de una transición ordenada hacia nuevos modelos de movilidad. Hay más de 1.200 trabajadores en la planta de carrocería-montaje de Renault y alrededor de 2.500 empleados en la fábrica de motores de Horse, ambas en Valladolid, y otros 2.500 trabajadores en la factoría de Renault en Palencia.
CSIF consideró que la decisión europea responde a una realidad que trabajadores, empresas y sociedad venían reclamando como una transición ecológica responsable, realista y compatible con el empleo. El sindicato precisó que Horse fabrica motores altamente eficientes y preparados para tecnologías híbridas y combustibles alternativos, mientras que Renault mantiene una apuesta firme por los vehículos híbridos, actualmente una de las opciones más demandadas por los consumidores.
“La defensa del medio ambiente es irrenunciable, pero no puede hacerse a costa de poner en riesgo miles de puestos de trabajo”, señaló CSIF en un comunicado recogido por Ical. No en vano, consideró que el retraso en la prohibición total de los motores de combustión permite seguir produciendo vehículos que cumplan exigentes criterios de reducción de emisiones, ofreciendo un margen imprescindible para la estabilidad y renovación laboral.
El sindicato recordó que no solo están en juego los empleos directos de Renault y Horse, sino también los de toda la industria auxiliar, el transporte y los servicios vinculados a la automoción, de los que depende una parte muy importante de la economía provincial.
En todo caso, CSIF demandó que esta decisión debe ir acompañada de inversiones, formación y planificación, para que las plantas españolas sigan siendo competitivas y capaces de asumir las nuevas tecnologías que el mercado y la normativa vayan exigiendo. “Esta noticia da tranquilidad y ánimo a las plantillas, pero obliga a no bajar la guardia”, subrayó el sindicato.





