La instalación, impulsada por la Junta con una inversión superior a 2,1 millones, permitirá suministrar calefacción y agua caliente a edificios públicos y privados mediante biomasa y energía solar

La Junta de Castilla y León invertirá más de 2,1 millones de euros en la creación de una red de calor sostenible en Aguilar de Campoo. El proyecto, de carácter energético y medioambiental, permitirá suministrar calefacción y agua caliente sanitaria a varios edificios públicos del municipio, con posibilidad de adhesión para inmuebles privados del entorno.

La iniciativa busca reducir la factura energética de los usuarios, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la independencia energética de la región. Además, mejorará la calificación energética de los edificios y contribuirá a revalorizar las viviendas conectadas.

La central de energía se ubicará en una parcela de 2.017 metros cuadrados en el Paseo del Soto, número 10, junto al río Pisuerga. Estará equipada con dos calderas de biomasa de 980 kW de potencia térmica cada una, que funcionarán con astilla forestal como combustible. Entre los equipos previstos figuran electrofiltros para depuración de humos, un depósito de inercia de 20.000 litros, grupos de bombeo de caudal variable, sistemas automáticos de retirada de cenizas, un sistema de control y telegestión, y una planta fotovoltaica para autoconsumo.

Desde la central partirá una red de canalizaciones soterradas por la calle Paseo del Soto, que conectará con diversos edificios públicos municipales y autonómicos, como el polideportivo, las piscinas climatizadas, la EEI La Cometa, el CEIP Castilla y León, el CEPA Aguilar y el centro de salud. Cada uno de ellos dispondrá de una subestación de intercambio instalada en sus actuales salas de calderas.

El proyecto tiene como objetivo implantar un sistema centralizado de suministro térmico al que puedan sumarse tanto instalaciones públicas como privadas. Sustituirá el uso de combustibles fósiles por biomasa, una fuente renovable y local que genera empleo en el medio rural, reduce la dependencia energética y contribuye a la prevención de incendios. También facilitará la digitalización y el control remoto del consumo térmico.

Entre las ventajas para los usuarios destacan la eliminación de calderas y chimeneas propias, el ahorro en la factura energética, la reducción de costes de mantenimiento, la mejora de la eficiencia energética, la ganancia de espacio útil y la actualización tecnológica permanente.

La red se extenderá también al sector Vega de las Claras, un nuevo desarrollo urbano con 800 viviendas que la Junta promueve dentro del Plan Regional de Ámbito Territorial. Este “eco-barrio”, de unas 20 hectáreas, incluirá amplias zonas verdes, viales y espacios públicos, alineado con los objetivos de sostenibilidad del municipio.

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