La localidad de Guardo se vistió de gala literaria este viernes 20 de junio a las 18:00 horas, al acoger la presentación de “Exhumación”, la ópera prima del jurista, observador internacional y ahora novelista, Álvaro Jarillo Aldeanueva. El evento, enmarcado en un formato de “Café Literario” y con entrada libre, tuvo lugar en el acogedor pub del restaurante San Francisco, situado en la Avenida de Asturias 22.
La cita prometía ser una oportunidad única para conocer, de cerca, a un autor con una brillante trayectoria profesional, pues Jarillo es profesor titular de Derecho Internacional Público en la UNED y cuenta con experiencia en misiones de la ONU, la Unión Europea y la OSCE. Además, ha encontrado en la literatura una vía para observar el mundo con profundidad y sentido crítico. La presentación estuvo conducida por la periodista y concejala de Turismo y Comunicación de Guardo, Isabel Quiñones Vázquez.
Una novela cargada de simbolismo y temas universales
“Exhumación” se reveló como una novela profundamente cargada de memoria, suspense y política, una historia repleta de simbolismo. Jarillo explicó que la obra aborda temas universales como el deseo de comenzar de cero y la dificultad de aislarse o alejarse de un entorno que a veces resulta asfixiante. El protagonista, en un contexto urbano (identificable como Madrid) y rural (un pueblo ficticio), busca vías de salida para un nuevo comienzo.
El sugerente y provocador título, “Exhumación”, se deriva de un juego metafórico que explora cómo vivimos con lo que escondemos, tapamos o desenterramos. La trama se desarrolla en los días previos a la exhumación de Franco, sirviendo este hecho como un “reloj narrativo” que ayuda al lector a situarse temporalmente, aunque la novela no trata sobre este acontecimiento histórico directamente.
En su lugar, profundiza en las consecuencias de desenterrar secretos y enfrentar un pasado de corrupción política y económica, una realidad que, lamentablemente, ha permeado diversos sectores de la sociedad española. Jarillo subrayó su intención de “mostrar” estas tensiones sin caer en la moralina, dejando que el lector sea quien juzgue, al estilo de cineastas como León de Aranoa. La narración en presente, de carácter muy cinematográfico, facilita que el lector siga de cerca al personaje y sus dilemas.
El Arte de Escribir: entre el nacimiento y el oficio
Durante el coloquio, Jarillo abordó una de las preguntas clásicas del mundo literario: ¿un escritor nace o se hace? Su respuesta, “escritor es el que escribe”, resuena con una sencillez profunda.
Para él, la escritura ha sido una compañera desde la niñez, impulsada por un interés en contar y observar. Su profesión, ligada a la docencia universitaria, a los viajes y a una dimensión internacional, ha enriquecido su mirada, pero la literatura, a diferencia del derecho, permite “entender” los conflictos humanos, incluso si no los soluciona.
El autor compartió su método para compaginar la escritura con su intensa vida profesional como profesor universitario y abogado. Lejos de un retiro idílico, su secreto es mantener una “cierta tensión creativa”, comparándolo con el deporte: mantener un mínimo tono muscular para poder retomar la actividad. A pesar de la rigidez de los horarios en las grandes ciudades, Jarillo aprovecha la flexibilidad de su profesión para escribir en las mañanas, noches o fines de semana, y destacó la importancia de las escuelas y talleres de escritura para rodearse de un “pulso narrativo” contagioso.
Sobre el salto a la publicación, Jarillo explicó que la novela requiere una pausa y una estructura, aunque él mismo se considera una mezcla de “escritor mapa” y “escritor brújula”. Para “Exhumación”, el “gran tema” o “disparador” fue la idea de alguien que desea empezar de cero, una reflexión madura que le surgió cerca de los 50 años.
La elección de Guardo y el compromiso con la Cultura
Álvaro Jarillo explicó su elección de Guardo para la presentación, un lugar con el que ha
desarrollado un vínculo especial a través de amigos y sus viajes frecuentes por la zona. Su
motivación es, como en la antigua “barraca” de Lorca, “llevar la literatura, llevar el cómo se
escribe, llevar la creatividad y las posibilidades que ofrece para la lectura”. Agradeció
especialmente a Isabel Quiñones por hacer posible este coloquio, que se concibió como un
espacio de diálogo y encuentro para hablar de la escritura.
El autor también valoró la labor de las editoriales independientes, como la que ha publicado su obra. A pesar de no contar con la misma infraestructura promocional que los grandes grupos, estas editoriales “están cuidando el texto como tal”, priorizando la calidad de la obra, más allá de que el autor resulte más o menos mediático. Jarillo compartió cómo su manuscrito llegó a su actual editorial casi por azar, tras conversaciones en eventos literarios.
Experiencias internacionales como semilla de futuras obras
Finalmente, Jarillo abordó cómo sus experiencias como observador internacional en países en conflicto o transición, como Haití o Timor Oriental, alimentan su mirada de escritor. Aunque en “Exhumación” se resistió a darles demasiada presencia, en su segunda novela, ya en fase de finalización, ha cedido a la oportunidad de incorporar estas vivencias, demostrando que la documentación y la empatía son fundamentales para el escritor, incluso más allá de la experiencia directa.
El evento concluyó con la firma de ejemplares por parte del autor, y una invitación a café y licores, reforzando el ambiente de camaradería y diálogo. La audiencia guardense expresó su gratitud por la oportunidad de escuchar y compartir con un autor que, como señaló la conductora, “enriquece mucho la cultura con voces como la tuya”. Guardo espera con entusiasmo los nuevos proyectos de Álvaro Jarillo, especialmente su segunda novela, que promete adentrarse en esos rincones del mundo que solo él ha podido observar tan de cerca.







