El ex subdelegado muestra su lado más “vulnerable” y expresa, en el prólogo de los Sanantolines en el Casino, los recuerdos de las Ferias en su niñez: de las gambas del Carranza a los caballitos
El ex subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel D. Miguel, ensalzó hoy la figura y los esfuerzos del Casino de Palencia por mostrarse como “un organismo vivo”. Lo hizo ante los socios, como él, del Casino de Palencia en el marco del pregón que pronunció previo a la celebración de las Ferias de San Antolín.
Ángel Miguel, que cesó en el cargo a principios de agosto por jubilación, médico de profesión, indicó a los reunidos en el salón principal del Casino que “es importante que los socios del Casino seamos conscientes de que poseemos unas magníficas instalaciones, un pequeño tesoro, que debe ofrecerse, casi como un regalo, a la ciudad y provincia de Palencia” y alabó la gestión de la Junta Directiva para que el centro sea “un organismo vivo, que no debe permanecer replegado, y para ello se llevan a cabo múltiples actividades culturales, artísticas y sociales abiertas a la sociedad. Sin poner en duda la necesaria regulación, el esfuerzo debe proseguir con lo que el Casino aumentará su prestigio y será más estimado por los palentinos”.
Todo ello en contraposición a lo que dijo, sentía de pequeño y hasta no hace tantos años al pasar junto a su fachada e identificarlo como “como algo antiguo y misterioso, un poco alejado de la vida diaria de la ciudad, un lugar bonito pero distante”.
Durante su intervención el también ex concejal en Villarramiel hace décadas y no hace tanto en el Ayuntamiento de Palencia, hizo un repaso por su vida, presentándose como “un palentino ante ustedes”. Mostró su lado más “vulnerable”, habló de qué le impulsó a hacer Medicina en Valladolid, la cercanía y el ahorro para su casa pesaron, de su vida universitaria, sus inquietudes y de su familia.
De la parte política, Miguel se refirió a los últimos años en la Subdelegación del Gobierno, empezando por el Covid. Un tiempo “lleno de acontecimientos que han condicionado la vida de nuestro país yd el mundo entero, unos pocos positivos y estimulantes y muchos más horribles y cargados de sufrimiento e incertidumbre como la pandemia olas guerras que creíamos superadas y que acaban afectando a la vida de todos”.
Un tiempo en el que también comienza la relación más cerrada con el Casino en que esta tarde ofreció un pregón de cara a los Sanantolines, que le retrotraen a la infancia: a las “ferias”, que suponen, “como la Navidad, un recuerdo nostálgico”. “Cuando me gustaba seguir el montaje de las atracciones para ver cuáles venían y cuáles, por desgracia, no y también el circo Atlas, de los hermanos Tonetti. También los fuegos artificiales, las gambas a la plancha del Carranza y las tortitas de nata con caramelo del café-bar Palentino. De los caballitos, el tren de la bruja y el algodón de azúcar pasamos a los coches de choque, el perrito en el puesto del ferial de “Las Mercedes”, las verbenas y el permiso para llegar más tarde a casa”.
Con esa añoranza, Ángel Miguel invitó a los socios del Casino de Palencia a disfrutar de los sanantolines: “Que comience la fiesta, que nuestras peñas llenen de color cada rincón y que nuestra plaza Mayor se convierta -una vez más- en el corazón que late más fuerte que nunca. Y, por supuesto, que ustedes disfruten”.







