Grandes y pequeños disfrutaron de la entrega del torto en la iglesia, fortaleciendo la unión comunitaria y el patrimonio inmaterial
La tradición sigue viva en Becerril de Campos. Ayer, 25 de diciembre, se celebró el Día de Santa Catalina, una jornada en la que grandes y pequeños participaron con entusiasmo en la entrega del torto en la iglesia de Santa Eugenia. Este gesto sencillo, pero lleno de significado, refuerza la unión entre generaciones y da vida al sentido de comunidad que caracteriza a los vecinos.
Los niños recogieron su torto, los mayores sonrieron con orgullo y todos compartieron un momento para celebrar el patrimonio inmaterial.
«Gracias a quienes habéis participado y contribuido a mantener viva esta bonita costumbre. Nos vemos el próximo año con la misma ilusión».







