Chema González continuará por cuarta temporada en el Súper Agropal Palencia Baloncesto

chema gonzalez
Fotografía: @fotografia.rdiaz

El pívot de 33 años y 2,06 metros de altura seguirá en tierras palentinas

Es uno de los jugadores más queridos y consolidados de la plantilla palentina: el experimentado pívot de 33 años y 2,06 de altura, José María González Calvo, sumará la cuarta temporada consecutiva en las filas del Súper Agropal Palencia.

El pívot de 33 años (Zaragoza, 15-08-1991) y 2,06 metros de altura continuará aportando su experiencia en el interior de la zona del equipo palentino, ahora a las órdenes de Natxo Lezkano.

Chema González promediaba la pasada campaña 1,9 puntos (55,8% de acierto en sus tiros de campo) y 1,8 rebotes en 8:28 minutos de juego, además de su gran labor en defensa en los 33 partidos oficiales en los que saltó a la cancha.

El jugador maño, madrileño de adopción, daba sus primeros pasos como sénior en el Baloncesto Fuenlabrada, con cuyo filial debutaba en la Liga EBA (2009-10). Posteriormente, tras pasar por la LEB Plata (en el Óbila, vinculado del equipo madrileño; y luego en el filial fuenlabreño), disputaba la actual Primera FEB con el Clavijo y daba el salto a la ACB.

En la máxima categoría jugó entre la 15-16 y la 21-22, con la excepción de medio curso en el Oviedo y uno en el Bahía San Agustín de Palma. Y ya en la 22-23 llegaba a Palencia, donde fue uno de los protagonistas del ascenso, en una temporada donde también celebró la Copa Princesa.

En la 23-24 disputó la ACB y en la pasada, de vuelta a la Primera FEB, trabajó con el equipo para alcanzar la Final Four. Es el octavo jugador confirmado del nuevo proyecto.

Feliz de estar en Palencia

Tal y como el propio Chema González aseguraba a Palencia en la Red, su intención es terminar su etapa como jugador en el equipo palentino. «Me gusta Palencia por la ciudad». Aunque no se cierra opciones, la cercanía con su ciudad, Madrid, donde regenta dos negocios, es uno de los puntos a favor de poder jugar en Palencia: González es preparador físico especializado en entrenamiento con personas con discapacidad y ha montado un gimnasio inclusivo en Madrid donde entrenan jugadores en silla de ruedas como los del CD Ilunion.

De la ciudad, valora la tranquilidad, poder desplazarse a pie y sin atascos o educar a sus hijos en un entorno natural, con parques y animales.

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