Los investigados son un matrimonio, al que se le acusa de robo con fuerza. No se han podido recuperar las hortalizas sustraídas
No vamos a negar que salir a correr huertas era, en los años en los que los móviles y las pantallas no lo acaparaban todo, parte de las noches de los chiguitos en los pueblos de la provincia de Palencia. Ir a catar las cerezas del vecino, los tomates, las manzanas… que aunque las hubiera en casa propia, las ajenas siempre sabían mejor. Lo que se conocía como chiquilladas, asumidas como algo casi normal por casi todos los vecinos, no exentas, todo sea dicho, de responsabilidad penal. Pero por lo normal, había un límite. No tocar ni romper nada. Solo hurtar, sin pasarse (lo justo para consumo propio) y, sobre todo, sin dañar.
Pero de ahí a lo ocurrido en Villamuriel de Cerrato va un trecho. Tanto que una pareja ha acabado en el cuartelillo de la Guardia Civil. En concreto, la Guardia Civil de Palencia ha investigado a una mujer de 43 años y un hombre de 51 años, ambos de nacionalidad española, como supuestos autores de un delito de robo con fuerza en una finca de Villamuriel de Cerrato.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 20 de julio, cuando dos personas accedieron a una finca, tras romper el vallado metálico perimetral, y sustrajeron una gran cantidad de hortalizas, dañando además diferentes plantas.
Los agentes encargados de la investigación pudieron identificar a un matrimonio de la misma localidad como supuestos autores de este delito, sin que fuera posible recuperar el género sustraído. Las diligencias instruidas han quedado a disposición del Juzgado de Instrucción de Palencia.


