De la ternura al festín: crónica de la gran noche del sábado en Palencia Sonora

El ‘Lento Ternura’ de Zahara, tan querida por el público palentino, fue la mejor introducción para una noche de temperatura suave y emociones fuertes

Qué gran artista es Zahara y cuánto se la quiere en Palencia. Y, a juzgar por lo cómoda que se la veía sobre el escenario de esta edición número 22, ese sentimiento es recíproco: la cantante jienense dominó este rincón de la ribera del río Carrión con su voz impecable, con su presencia fascinante y con los cambios de energía de un repertorio que va desde un sencillo acompañamiento de guitarra hasta la electrónica más estimulante, de la mano de Martí Perarnau IV, Manuel Cabezalí y Xavi Molero, y un equipo del que resaltó el talento femenino. Un show, ‘Lento Ternura’, que combinaba de manera divertida la dualidad entre lo cursi y lo sexy, lo refinado y lo ordinario, la corrección y la trasgresión.

Zahara no es cabeza de cartel entre otras cosas porque, como denuncia en su tema Demasiadas Canciones, los carteles suelen venir con encabezamientos masculinos. Pero ayer demostró la posición que merece ocupar en el indie nacional, como lo ha hecho siempre que ha venido a cantar a Palencia. Por el cariño y la complicidad que suscita en el público y por el talento y profesionalidad que demuestra dentro y fuera del escenario.

Es, de hecho, una de las artistas que mejor nos trata a los profesionales de la prensa: se esfuerza por encontrar un hueco si se le solicita una entrevista y responde con cariño y con criterio, permitiéndonos conocerla un poco mejor, sin vaguedades. Y, sobre el escenario, sonríe a la cámara y se mueve para que todos podamos captar su esencia en el par de canciones en los que se nos permite trabajar de cerca. Algo de agradecer en un mundo como el de los festivales, en el que es justo denunciar que cada vez nos cueste más hacer nuestro trabajo, que es preguntar, fotografiar y narrar. Su ‘Lento Ternura’ fue subiendo de nivel, tema a tema, hasta hacer saltar al público con su exitoso Berlín U5 y ser despedida con ovaciones y fuertes aplausos.

Como los que cosechó también el gallego Carlos Ares, que se estrenaba en el Sonora con una propuesta escénica curiosa estrenada hace apenas unos días, el 30 de mayo, con fusiones de folk a un lado y otro del Atlántico, La boca del lobo.

Abraham Boba, vocalista de León Benavente, conectó con el público nada más aparecer en escena, cuando rememoró sus primeras actuaciones en el Universonoro y sus anteriores ocasiones en el festival. Y a partir de ahí fue fácil ir subiendo el nivel, con mucho sentido del humor y muchas ganas de levantar al público hasta convertirse en el concierto “más saltado” de toda esta edición, con temas míticos como su En el festín.

León Benavente Palencia Sonora 2025
León Benavente Palencia Sonora 2025
León Benavente Palencia Sonora 2025
León Benavente Palencia Sonora 2025
León Benavente Palencia Sonora 2025 (1)

Desde Aranda de Duero, Barry B defendió la buena relación que puede establecer el indie con la música urbana contemporánea. Un artista nacido en el corazón de la “Denominación de Origen Sonorama Ribera” para demostrar por dónde va a ir la cosa en el futuro, a medida que el hip hop y el funky, entre otros estilos, vayan mezclándose en las programaciones.

Y entre destellos, imágenes impactantes, mucho color e incluso fuegos de artificio llegó una de las formaciones que han ido construyendo la historia del Palencia Sonora con cada una de sus actuaciones: La Casa Azul. Guille Milkyway nos dio lo que esperábamos de él: sorpresa, espectáculo y ritmo intenso para ponerle la guinda a una noche en la que también disfrutamos del ambientazo de La Isla (que a estas alturas ya parece un festival DJ con entidad propia) y de las actuaciones de las bandas Neverland Bari, que abrió la tarde, o Serial Killerz, que despidió la madrugada hasta el próximo año.

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