Debla Café, en la Plaza Mayor de Palencia, es un icónico punto de encuentro fundado por Eduardo y Juan Carlos. Con un ambiente constante a lo largo del día, atrae a generaciones de palentinos y nueva clientela con su oferta gastronómica variada y acogedora
Se trata de un espacio donde desde las 8 de la mañana hasta cierre hay vida constante. Debla Café, en plena Plaza Mayor, es un punto de encuentro claro entre los palentinos, quienes dicen… “¿nos vemos en el Debla?”.
Fundado por Eduardo y Juan Carlos, el bar ha sido testigo de generaciones de palentinos que han hecho de sus mesas un segundo hogar. Con la jubilación de Juan Carlos, ha llegado un relevo generacional: el hijo de Eduardo, que lleva el mismo nombre, ha tomado las riendas junto a su padre. “He notado que en los últimos tiempos está viniendo también gente más joven, por lo que unido a los clientes de siempre, tenemos una clientela más amplia”, comenta el joven.
En el Debla Café el movimiento constante. Por la mañana, la hora del café recién hecho atrae a quienes empiezan el día; al mediodía, las mesas se llenan con clientes que disfrutan de bocadillos, cañas o un vino y de la hora del vermú; y al caer la tarde, llega el momento de las copas.
Ello acompañado por las famosas croquetas de jamón o bacalao que a todo el mundo gustan. Pero el menú no se detiene ahí: pinchos de tortilla, champiñones, huevos rellenos y otras delicias del día completan una oferta que enamora a los palentinos.
El Debla Café es parte de la identidad de Palencia. Un lugar donde cada cliente, ya sea de toda la vida o recién llegado, encuentra su hueco.







