Se trata de José Luis Pinto Aguado -miembro, a su vez, de la Junta Parroquial- y su hijo Álvaro
En la semana en que, un año más, se honra a los difuntos, los cementerios reciben la visita masiva de familiares para limpiar, adecentar y florear las tumbas de sus seres queridos, hasta llegar el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, que con actos religiosos y laicos los camposantos dejan de ser silenciosos y se convierten por un breve tiempo en punto de encuentro y de vida para rezar por los que dejaron este mundo, unos con las esperanza de volver a encontrarse en el otro, y otros con reflexiones sobre la vida y la muerte, y todos cargados de buenos recuerdos de sus allegados.
En este contexto, dos vecinos voluntariosos del pueblo palentino de Husillos se pusieron manos a la obra al final del verano. Se trata de José Luis Pinto Aguado -miembro, a su vez, de la Junta Parroquial- y su hijo Álvaro, quienes decidieron coger las herramientas para adecentar y embellecer durante varios días las paredes exteriores e interiores del cementerio parroquial husillense, con sus habilidades para repujar y sellar paredes -el padre- y para pintar con maestría y con un blanco intenso -el hijo- este camposanto donde descansan sus familiares y los de sus vecinos. Esta acción voluntariosa y embellecedora de José Luis y Álvaro ha dignificado la imagen de su cementerio, lo que seguro que sus vecinos y visitantes agradecen.



