Ecologistas en Acción advierte sobre las emisiones tóxicas al aire, sobre el bloqueo de la
reducción y el reciclado de los residuos y sobre el alto coste económico de su incineración
La organización Ecologistas en Acción ha alertado sobre un polémico convenio impulsado por la Junta de Castilla y León para construir una macroincineradora de residuos domésticos en la región, con capacidad para quemar entre 350.000 y 500.000 toneladas anuales. La macroincineradora de residuos, “que superaría en tamaño a la planta de Valdemingómez en Madrid, en la que cada día descargarían sus cargamentos de basura cientos de camiones procedentes de toda la región, originando un delirante trasiego de desechos. En España sólo hay once incineradoras de residuos domésticos, todas en áreas densamente pobladas como A Coruña, Barcelona, Bilbao, Guipúzcoa, Madrid o Mallorca, dado que por su elevado coste requieren quemar grandes cantidades de desechos”.
Según el borrador del convenio, al que ha tenido acceso Ecologistas en Acción, la planta estaría gestionada por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (SOMACYL) “administración paralela de la Junta de Castilla y León dirigida por el Director General de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Junta, José Manuel Jiménez Blázquez, y caracterizada por su opacidad laboral y contractual” y operaría durante 40 años, obligando a los ayuntamientos a entregar al menos el 90% de sus residuos no reciclables bajo penalizaciones económicas si no cumplen con las cuotas.
La organización ecologista denuncia que la Junta ha mantenido este plan en secreto, ya que “la propuesta divulgada por la organización ambiental supone un giro de 180 grados en la gestión actual de los residuos municipales en Castilla y León, que pretendía ser ocultado por la Consejería de Medio Ambiente hasta la firma del Convenio prevista para finales de abril, evitando así el debate tanto en las entidades locales como a nivel ciudadano”.
Ecologistas en Acción advierte de que la incineración masiva de residuos generaría emisiones tóxicas, incluyendo metales pesados, dioxinas y furanos, sustancias vinculadas a enfermedades como el cáncer. “El Centro Nacional de Epidemiología ha concluido en un estudio de 2013 que las incineradoras de residuos domésticos en España provocan un notable incremento del riesgo de tumores en la pleura y la vesícula (hombres) y en el estómago (mujeres)”.
Además, la organización critica que el proyecto perpetuaría el fracaso de Castilla y León en materia de reciclaje: en 2022, solo el 16% de los residuos se recogieron selectivamente, muy lejos del 50% exigido por la ley.
Ecologistas en Acción exige la retirada del proyecto y la elaboración de un nuevo Plan Regional de Residuos que priorice la reducción, reutilización y reciclaje, en línea con la legislación europea. También pide a los ayuntamientos que no firmen el convenio, evitando así ceder su competencia en la gestión de residuos durante décadas.