La segunda modificación del contrato de Sacyr para construir el tramo Palencia-Norte Amusco suma ya 11 millones de desviación
Bien lo sabía Gomaespuma cuando publicó su libro Quién me mandaría meterme en obras. O Usillos, en el Milagro de P. Tinto: “Parece sencillo, pero luego levantas la baldosa y a ver qué te encuentras”.
No es Reformas Usillos sino Sacyr quien al ‘levantar la baldosa’ en las obras de la Línea de Alta Velocidad entre Palencia y Cantabria, en el tramo Palencia Norte-Amusco, se ha encontrado que lo planificado sobre el papel no se corresponde con lo que ha tenido o tendrá que hacer y que por ello debe incrementar, por segunda vez, la partida de lo que recibirá del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. Y parece, siguiendo con el símil de la película de Fesser, si hay que sanear, se sanea, y la cuenta se va, en esta ocasión, a casi siete millones de euros más por esta obra. Debajo de la baldosa había lío.
La justificación de esta nueva, porque es la segunda, modificación del contrato se basa en “circunstancias sobrevenidas e imprevisibles en el momento que tuvo lugar la licitación del contrato”, indica el expediente.
Entre ellas, la aportación de material de préstamos no expropiados por Adif, debido a la no explotación de dos recursos mineros ubicados en la zona de las obras, así como el transporte del subbalasto que se utiliza en la coronación de la plataforma.
Igualmente se explica que ha habido que realizar “modificaciones no sustanciales”, pero que también suman, como la optimización del material procedente de la propia excavación de la obra mediante su estabilización in situ con cal. Es decir la utilización, movimiento y tratamiento de la tierra que se saca de algunos puntos de la línea para formar la traza en otros. Igualmente, en este apartado, la sustitución de la viga en “U” prefabricada y de sus
fases posteriores de hormigonado por dos semidinteles prefabricados de los pórticos. Esta puede ser una de los aspectos más visibles por los ciudadanos porque esta modificación se da en el viaducto que cruza la autovía A-67 entre Monzón y Amusco y que a día de hoy se está construyendo, con los estrechamientos de la calzada.
También se ha añadido la construcción de un muro y la redefinición de la reposición de las instalaciones del ferrocarril.
Con esta modificación se pasa de 81.758.733,9 euros, en que quedó fijado el contrato tras una primera modificación el pasado año, a los 88.696.490 en que ha quedado establecido ahora, siempre con IVA incluido.
Porque hace un año, se aprobó otra modificación. En aquel caso de 4.482.883,35 euros desde los 77.275.850 en que se adjudicó en 2021 esta obra que debería estar acabada en agosto de este mismo año. Por tanto, en estas dos modificaciones, solo este tramo entre la salida norte de Palencia (justo donde acaban la obras del Salto de Carnero) y Amusco, se ha incrementado en algo más de 11 millones de euros, casi un 15% sobre el precio de adjudicación.
Pero este no es el único tramo de la LAV entre Palencia y Cantabria que se ha visto afectado por la necesidad de incrementar su presupuesto. Otro ejemplo es el vecino Amusco-Osorno.
Más sobrecoste en el tramo Amusco-Osorno en la LAV a Cantabria: sube a 10,8 millones
Al menos cabe esperar que si hay que sanear, se sanee bien, y no ocurra como la A-67 que corre paralela, donde los baches y las fallas son constantes.