El Camino Lebaniego Castellano ya tiene su kilómetro cero en la Catedral de Palencia (VÍDEO Y GALERÍA)

El Camino Lebaniego Castellano, inaugurado en Palencia con un kilómetro cero frente a la Catedral, conecta la ciudad con el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, reflejando una historia de 1,500 años vinculada a la Reliquia de la Cruz.
Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano

“No se entendería la historia de Palencia sin la Reliquia de la Cruz y el Monasterio de Liébana”, explica el obispo de la Diócesis

Turismo es una palabra nueva. Y nuevo es el punto que desde hoy indica en la plaza de la Inmaculada, frente a la Catedral, de dónde parte el itinerario del Camino Lebaniego Castellano. Pero la peregrinación desde Palencia a Santo Toribio de Liébana, el monasterio que custodia un Lignum Crucis, es muy antigua. Tanto, que ha estado vinculada a la historia de Palencia desde la propia fundación del Monasterio.

Así lo recordaba esta mañana el obispo de la Diócesis, Mikel Garciandía, durante la inauguración del Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano, que se ha formalizado también con la presencia de la alcaldesa Miriam Andrés, la presidenta de la Diputación, el el concejal de Turismo, Francisco Fernández, la presidenta del la Diputación, Ángeles Armisén, y la responsable de la oficina de atención al peregrino y guía del monasterio de Santo Toribio de Liébana, Margarita Pereda.

 El Camino Lebaniego Castellano tiene desde hoy su kilómetro cero. Una losa enfrente de la Catedral combina el corazón del Cristo del Otero con la señal de la cruz lebaniega, simbolizando la unión entre Palencia y el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Una representación política del Ayuntamiento de Palencia y la Diputación de Palencia, acompañada por la responsable del Monasterio y el obispo de la Diócesis, Mikel Garciandía, descubrían esa placa que indica dónde comienza esta ruta de peregrinación.

Pero quien piense que es algo nuevo, se equivoca. Así lo recordaba el obispo Garciandía en el acto de este miércoles. “Nuestra historia palentina no se entiende en los últimos 1.500 años sin la presencia de la Reliquia de la Cruz, traída por Toribio de Astorga, un obispo que visitó esta ciudad en circunstancias curiosas”, comentó, en referencia a la leyenda de La Pedrea. “En estos últimos 500 años destaca una presencia constatada en los archivos catedralicios del Camino Lebaniego Castellano, al que tanto mimaron los obispos y la Diócesis de Palencia a largo de la historia, a través de toda la zona de La Pernía, que cuidaba Liébana”.

Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano
Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano
Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano
Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano
Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano
Kilómetro Cero del Camino Lebaniego Castellano

Caminos Jubilares

En este Año Jubilar, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana está entre los lugares de peregrinación junto con Roma, Jerusalén, Caravaca de la Cruz y Santiago de Compostela. Tal es la importancia de la ruta “crucena”, en este caso desde el sur, que la Diputación comenzó a promocionar hace ocho años con el diseño de las etapas y la difusión a través de guías y redes especializadas en caminos de peregrinación, tal y como recordó la presidenta, Ángeles Armisén.

Once paradas que recorren “Vega, Valle, Llanura y Montaña, como dice el himno de Palencia”, recuerda Armisén, siguiendo la sirga del Canal de Castilla, cruzando en Frómista con la Ruta Jacobea y continuando hacia el norte para atravesar las joyas del románico palentino y el corazón de la Montaña Palentina hasta cruzar a la vertiente cántabra.

Qué mejor lugar que la Catedral

El Ayuntamiento de Palencia ha querido conectar la Catedral, que el pasado año superó el umbral de las 60.000 personas, con este itinerario cultural y religioso. Primero, para mejorar su posicionamiento como recurso turístico, porque “lo que mejor se conoce, mejor se vende”, según la alcaldesa.

Y en segundo lugar, para atraer a la capital palentina a ese turismo espiritual que a veces se desvía desde el Camino Francés para conocerla. “Turismo es una palabra muy moderna, pero es verdad que toda la vida ha habido ese tránsito de personas que, en un recorrido espiritual, buscaban otros contextos, otras fortunas y otros lugares en los que encontrar espiritualidad y arte”, explicaba el concejal de Identidad Cultural, Francisco Fernández.

“Este hermanamiento entre Santo Toribio de Liébana y Palencia es algo que ha sucedido durante los siglos” y remarcar el punto de partida en la Catedral, de la que salió Toribio, era poner el foco de atención sobre la bella cada vez menos desconocida y sobre otros recursos turísticos como la Casa del Cordón, que alberga el Museo de Palencia, por la que pasarán también los peregrinos hasta la Dársena, siguiendo las losetas que se han instalado estos días.

Kilómetro Cero del Camino Lebaniego CastellanoHermanamiento que resaltaba también la responsable de la estrategia turística del Monasterio, Margarita Pereda. “Todavía queda mucho por hacer, pero lo más bonito que hemos conseguido es la emoción de los peregrinos”. Pereda recordó en su intervención el vínculo del cenobio con la ciudad de Palencia, ya que “ese lugar tiene un protagonista, Toribio de Palencia, el valiente monje que en el siglo VI, acompañado según las crónicas por cinco compañeros, tira monte arriba y llega a ese rinconuco de Liébana y empieza a poner las primeras piedras del monasterio”.

Pereda recuerda la influencia palentina en la gastronomía, con ese cocido lebaniego conectado con el castellano o el orujo que comenzaron a producir los monjes. “Incluso el nombre de Camaleño viene del nombre del valle que le daban los peregrinos, que iban a la cama del leño”, en referencia al fragmento de la sagrada cruz. Así hasta convertirse “en el cuarto lugar santo de peregrinación”, que poco a poco, cree Pereda, irá ganando fama. “Tiembla, Santiago”.

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