El vaso de rechazos de Valdeseñor se ha quedado sin sitio sin que se hayan iniciado los trámites de la ampliación y la planta almacena (una vez gestionados) los residuos de capital y mancomunidades
La basura. Ese elemento que generamos casi como máquinas y que nadie quiere tener cerca de casa. Ni siquiera el contenedor. Esa materia tan poderosa en una negociación porque ensucia, huele y molesta a quienes pagan los impuestos, que exigen que se dé una solución, casi al precio que sea.
Por ahora, ese subproducto de la humanidad no se acumulará en las calles de la ciudad de Palencia o en las plazas de los pueblos pero si no se toma una decisión o se busca una solución, el Centro de Tratamiento de Residuos no podrá dar respuesta a la basura que le llega cada día, de la que saca unos rechazos que ahora ya no tiene dónde verter. Y si como ahora sigue almacenándolos en sus instalaciones del pago de Valdeseñor, llegará el punto en el que no quede espacio y tenga difícil recibir los camiones de la ciudad y del resto de la provincia. Aunque, de la forma que sea, desde el Consorcio se ha insistido a las partes que el servicio debe darse.
Un episodio más en las discrepancias que mantienen desde hace tiempo Acciona, la empresa que se hizo cargo del contrato de gestión del CTR, y el Consorcio Provincial de Residuos compuesto por la Diputación de Palencia y el Ayuntamiento de Palencia. Una guerra que ya ha tenido su primer paso por los Juzgados.
El vaso de rechazos
En el contrato de Gestión del CTR, firmado en 2021 (tras un concurso con varios recursos), especificaba que “con anterioridad a un año del llenado máximo de la celda en explotación, se llevará a cabo la Solución Técnica de ampliación de capacidad de vertido que ha de tener una capacidad mínima de 10 años”. Esa celda de explotación para los rechazos, los elementos que no se pueden valorizar, es la que a día de hoy ya no recibe más material. Ha llegado a su cima.
De hecho, hoy ya no se han vertido los rechazos. Un material que se genera diariamente en una cantidad de entre “150-200 toneladas diarias”, indican fuentes consultadas por Palencia en la Red. Esa cantidad de basura que, de forma normal acabaría en el valle donde se creó el depósito de residuos, se ha quedado en las instalaciones, en las naves y en la campa del CTR. Es decir, la basura de la ciudad y de las mancomunidades que han remitido sus desperdicios al CTR ha sido hoy tratada, separada, pero lo que, al contrario que el plástico, el acero, el aluminio… no se puede enviar a gestores externos para valorizarlo y recuperarlo, se ha quedado ocupando sitio en la planta hasta que se encuentre una solución que no se estima a corto plazo.
Porque, es cierto que Acciona solicitó, a finales de pasado año, los permisos para crear la nueva célula para los rechazos. Un nuevo depósito con vistas a durar una década.
El vertedero de Palencia crecerá para dar servicio otra década
Pero a día de hoy, no hay permisos, y el plazo de ejecución de las obras del nuevo depósito sería de seis meses. Medio año desde que se iniciaran las obras, tiempo en el que habría que buscar un nuevo emplazamiento temporal para esos rechazos antes de que el CTR colapse y no pueda gestionar la basura de la ciudad y de la provincia.
Cierto es que no sería la primera vez que una provincia o una ciudad pide permiso para verter sus basuras en el vertedero de otra. Ejemplo lo tiene Palencia en la plaza de León, donde luce una reproducción de un pináculo de la pulchra leonina, regalado por la capital leonesa por permitir Palencia que los leoneses depositaran su residuos en Valdeseñor. Pero además de permisos y solidaridad, eso también requiere de dinero para sufragar el tránsito de camiones con basura, que en vez de recorrer 500 metros tendrían que hacer kilómetros y kilómetros.
Residuo rechazo cero.
Llamativo es que la empresa Acciona, en su propuesta presentada en 2019 y el hecho de que sea la adjudicataria del CTR está fuertemente asentado en este aspecto, ofertó que en el vaso de rechazos entrarían cero toneladas.
Algo por lo que que el resto de competidoras, por ejemplo FCC con la que ahora comparte la gestión del aseo urbano de la ciudad de Palencia (Deslumbra Palencia), llevó su oferta y su adjudicación al Tarcyl, considerando ilusoria la oferta de cero toneladas al vaso de rechazos. El Tribunal Administrativo de Recursos de Castilla y León defendió la corrección de su oferta y su adjudicación porque “la oferta de cero toneladas efectuada por la empresa adjudicataria no implica que no se genere ningún rechazo, sino que el rechazo generado no va a entrar en el vaso y, por eso, la entrada es cero”.
Añadía el Tarcyl que “los balances de masa presentados (por Acciona), relativos a todas las líneas de tratamiento, exponen y cuantifican con detalle todo lo que entra y sale del CTR, su circulación y su destino. No hay eliminación de residuos sino aprovechamiento y valorización de los mismos, porque se maximiza la recuperación de materiales (línea de recuperación de vidrio), la valorización energética de parte del rechazo (a través de la fabricación combustible sólido de residuo) y la valorización (no eliminación) de otro tipo de rechazos a través de un gestor externo especializado, con el que se ha firmado un compromiso comercial incorporado a la oferta. Todo ello sustentado además por las importantes inversiones que realizará la adjudicataria y que se detallan en el plan de inversiones. Por lo tanto la oferta presentada no es ilusoria ni irreal”.
Tampoco era –a juicio de este Tribunal- “ilegal, puesto que la AAI vigente fue otorgada en función del modelo de gestión y explotación que actualmente se está realizando en el CTR, si bien, precisamente por cambiar dicho modelo con ocasión de la licitación convocada, figura entre las obligaciones del adjudicatario, tal y como indica el órgano de contratación, la de solicitar una nueva AAI en los dieciocho primeros meses de ejecución del contrato, para la explotación del CTR de acuerdo con la nueva solución técnica”. Soluciones técnicas que a día de hoy no han llegado.
Conflicto.
El conflicto entre Acciona (misma empresa que tiene el contrato para levantar el nuevo hospital de Palencia, con las obras ahora paradas) y el Consorcio arrancó casi al hacerse cargo de la gestión del CTR, por las necesidades de modernización de la planta de tratamiento de residuos.
Hasta tal punto que la empresa ha solicitado la rescisión del contrato, negado por el Consorcio Provincial de Residuos, que paga 2.663.000 euros al año (precio de 2021) por la gestión del CTR, por un período de 10 años.
La solicitud llegó al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Palencia, que dio la razón al Consorcio formado por la Diputación de Palencia y el Ayuntamiento. Sin embargo, Acciona ha recurrido, y el balón está ahora en el tejado del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
En este tiempo, en realidad en las últimas semanas, el Consorcio ha adjudicado a Acciona actuaciones de modernización del complejo, como la “renovación parcial y reparaciones de equipos en las líneas de tratamiento de residuos urbanos y bioestabilizado del Complejo Ambiental de Palencia”, por 807.624,79 euros o la “ejecución de la obra de corrección de deficiencias y adecuación de equipos en la línea de biometanización en el Centro de Tratamiento de Residuos de Palencia”, por 962.642,08 euros.
Sin gerente en el Consorcio.
Por otro lado, desde la firma del contrato con Acciona, el Consorcio Provincial de Residuos ha estado descabezado. Orgánicamente cuenta con una presidencia y un Consejo de Administración, pero en el día a día no hay un gerente.
De hecho, el Consorcio tras gerencias temporales o en comisión de servicio, convocó, de nuevo, en enero la plaza para la cobertura definitiva por libre designación. Y en abril ha variado la RPT para modificar dicho puesto.