Las de Guardo perdieron 33-34 ante Rodavigo en un partido igualado, pero terminan antepenúltimas y evitan el descenso por la retirada del Santa Cruz y la posición de Las Palmas
El Fuentes Carrionas terminó ayer la liga regular en casa con una ajustada derrota ante SAR Rodavigo (33-34), pero con la tranquilidad de haber logrado la permanencia tras una temporada de montaña rusa. Las de Guardo concluyen así un año complicado en la División de Honor Plata Femenino, donde tuvieron el agua al cuello por momentos, pero marcado por el compromiso, la garra y la ilusión que han demostrado hasta el final.
El partido disputado en la Bombonevera fue reflejo del carácter del equipo. Las palentinas pelearon de tú a tú contra un rival de mitad de tabla y mantuvieron el marcador apretado durante todo el choque, con mínimas ventajas visitantes y constantes intercambios. En la recta final, un arreón de las de Iker Díaz —quien llegó al banquillo durante la temporada como parte de los cambios que revitalizaron al equipo— igualó el partido (33-33), cuando Rodavigo ganaba de tres a minutos del final. Sin embargo, un gol decisivo de Ángela Vilaboa a falta de medio minuto acabó decantando la balanza para las gallegas.
A pesar del resultado, el Fuentes Carrionas logra el objetivo que ya conocía: podrá seguir un año más en la categoría. La permanencia llegó tras una notable segunda vuelta, impulsada por varios fichajes y un nuevo rumbo técnico. El equipo finaliza antepenúltimo, por delante del Juventud Las Palmas (2 puntos) y del Santa Cruz de Tenerife, que se retiró de la competición.
Otra buena noticia para el club que también celebraba en las últimas horas cómo dos de sus exjugadoras, Ania Ramos y María Sancha, se alzaban como campeonas de la liga regular con el Atlético Guardés.