Las operaciones en la comunidad representaron el 22% del volumen total del grupo, que consolida su expansión industrial, ganadera y medioambiental en siete centros productivos, entre ellas Harinas La Palentina y más de 520 granjas integradas
El Grupo Vall Companys, uno de los principales operadores del sector agroalimentario en España, alcanzó en 2024 una facturación total de 4.163 millones de euros, de los que 917 millones procedieron de sus operaciones en Castilla y León. Esta cifra sitúa a la comunidad como una de las regiones clave para la actividad del grupo, con un peso del 22 por ciento sobre el conjunto del volumen de negocio, según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
La compañía de origen leridano ha consolidado en los últimos años una estructura territorial compuesta por siete centros de trabajo en distintas provincias de Castilla y León, donde emplea a 1.310 personas y mantiene operativas más de 520 granjas integradas.
Entre las principales instalaciones destacan la fábrica de piensos de Agrocesa en Aldeamayor de San Martín (desde donde se envía pienso a varias granjas porcinas del norte de la provincia de Palencia), el centro de inseminación de Tordesillas, las plantas de sacrificio y despiece en Soto de la Vega (León), el secadero de jamones de Cantimpalos, y el centro de Fuenterroble de Salvatierra (Salamanca) gestionado por Naturíber. El grupo también opera en Villalobón con la harinera La Palentina y en Valladolid con una delegación comercial multicárnica de Avigal.
Uno de los hitos del ejercicio fue la integración de Ganadería Casaseca, empresa salmantina especializada en la crianza de cerdo ibérico. Esta operación reforzó el proyecto estratégico del grupo en este segmento, al incorporar una moderna fábrica de piensos en Castellanos de Moriscos con capacidad para 150.000 toneladas al año y una pirámide productiva de 9.000 madres ibéricas, con una producción estimada de 130.000 cerdos anuales. La integración garantiza el mantenimiento de más de 150 empleos directos e indirectos en la comunidad.
Tras la incorporación de las instalaciones de Embutidos Rodríguez en Soto de la Vega, formalizada en 2023, el grupo consolidó su eje logístico y productivo conocido como “vía de la plata”, que conecta el norte de León con Jabugo (Huelva) y estructura su red de producción de cerdo ibérico en Castilla y León, Extremadura y Andalucía.
En 2024, la compañía alcanzó los 380.000 sacrificios de cerdos ibéricos, frente a los 33.000 registrados en 2017. La carne comercializada bajo la marca ‘Finura de Ibérico’, proveniente de granjas con elevados estándares de bienestar animal, se distribuye en enseñas nacionales como Ahorramás, Bonpreu Esclat o Ametller Origen, y se exporta a mercados internacionales como Japón y Corea del Sur.
En el ámbito medioambiental, Vall Companys impulsa también nuevas inversiones en sostenibilidad dentro de la comunidad. Agrocesa cuenta con una planta fotovoltaica de 3,2 MWp destinada al autoconsumo, que permite evitar la emisión de 832 toneladas de CO? al año. Por su parte, Embutidos Rodríguez tiene luz verde ambiental para ejecutar un conjunto de actuaciones sostenibles, entre ellas una depuradora avanzada y un sistema solar que cubrirá hasta el 30 por ciento de su consumo eléctrico. El conjunto de inversiones supera los 14 millones de euros.
Con estos resultados, el Grupo Vall Companys refuerza su compromiso con el desarrollo industrial, económico y territorial de Castilla y León, donde mantiene una posición estratégica dentro de su modelo de integración ganadera y agroalimentaria.




