Barras, fabiolas, roscos, chapatas y pan integral además de dulces tradicionales como rosquillas, ciegas, magdalenas, pastas y tortas de manteca y cabello de ángel son algunos de los deliciosos productos que se elaboran diariamente en El Horno de Pablo
Los panes y dulces artesanales del Horno de Pablo se han convertido en productos imprescindible en las mesas de muchas familias. Desde su obrador familiar en Palencia, este negocio, que ahora está en su tercera generación, lleva más de una década deleitando a sus clientes con productos de calidad y un sabor que nos hace viajar a la tradición más auténtica.
Fundado en 2008 el Horno de Pablo tiene sus raíces en la localidad de Cobos de Cerrato, donde el abuelo de Pablo, actual gerente, comenzó esta aventura panadera. Hoy, el negocio sigue manteniendo la esencia de sus orígenes, combinando técnicas artesanales con ingredientes seleccionados para ofrecer lo mejor a sus clientes.
En el Horno de Pablo la variedad es una de sus señas de identidad. Entre sus productos estrella se encuentran barras, fabiolas, roscos, chapatas y pan integral, todos elaborados a mano con un cuidado exquisito. Pero no solo el pan es protagonista, y es que su oferta de dulces tradicionales también gusta a todos. Rosquillas, ciegas, magdalenas, pastas y tortas de manteca o cabello de ángel son solo algunas de las delicias que se pueden encontrar en su obrador.
Un servicio que llega a tu mesa
Para quienes viven en Palencia o en localidades cercanas como Baltanás, Torquemada, Magaz de Pisuerga, Cevico Navero o Cobos de Cerrato, disfrutar de estos productos es más fácil que nunca gracias a su servicio de reparto.
Además, el Horno de Pablo también llega a varias localidades de la provincia de Burgos, llevando el sabor de lo artesanal a cada rincón.
