El grupo burgalés se subirá al escenario Facundo del Pipafest 2025 de Villada el próximo 26 de julio
Actuáis en el escenario Facundo del PipaFest, un festival que apuesta por la cultura rural. ¿Qué significa para vosotros formar parte de esta propuesta?
Significa mucho, sobre todo porque al final los festivales rurales y los pequeños festivales que al final están hechos desde el corazón, dinamizan, mueven y apoyan la cultura de base, que es al final la que nos conforma y de la que vivimos como comunidad. Entonces, bueno, pues es muy valioso. Es un espacio de convivencia, es un espacio muy valioso, muy importante.
Vuestro grupo está muy vinculado a la música tradicional de Castilla y León. Al final tiene un valor simbólico, especial también tocar en un pueblo como Villada
Sí, por supuesto. Además, Villada no podemos olvidar que es un pueblo con mucho patrimonio histórico, con mucho patrimonio cultural y muy conservado, muy recuperado. Nosotros bebemos de allí para hacernos esas canciones. Y al final intentamos hacerlo desde el mayor respeto posible. Y bueno, intentando de alguna manera tenerlo presente. Así que muy emocionado, muy bonito poder ir allí.
Para explicar a alguien que no os haya escuchado nunca: ¿Cómo explicarías vuestro estilo de música?
Fundamentalmente música actual con inspiración folclórica. Siempre tomando como base esa inspiración en la música tradicional o al menos en lo más cercano a nuestra tierra posible. Pero bueno, expandiéndose hacia otros sonidos, otros lugares.
¿Qué es lo que os inspira a la hora de componer y elegir el repertorio?
Muchas cosas. Al final son composiciones propias y las temáticas, digamos que son más actuales, son problemáticas o cuestiones que nosotros vivimos. Pero con esa inspiración en lo folclórico. Entonces, a veces nos inspiran ritmos o ritmos de baile de la península, a veces temáticas o estilos como una jota de ronda… La inspiración es muy variada.
¿Y cómo describirías vuestro último trabajo ‘La Constancia’?
Lo describiríamos, quizás comparando un poco el anterior, pues el abierto como un trabajo más enérgico. Como más expansivo que Refugios. Quizás Refugios sea un disco un poco más acústico, más que se sabe más a madera. Y este es un disco que sabe un poco más eléctrico. Como con más electricidad, más electrónica y así, pero siempre con ese punto de la raíz. Hemos explorado otros ritmos, otras cuestiones que nos han inspirado.
¿Por qué apostar ahora por ese punto de electrónica?
Simplemente ha sido como una forma de explorar otros sonidos que quizás en el otro disco no están tan patentes. Quizás el anterior disco era un disco mucho más acústico, más de madera, en el que la sonoridad de las guitarras, de las mandolines estaba mucho más presente y ahora eso está presente, pero le hemos dado otra vuelta porque queríamos investigar también y poder llevar como los instrumentos, las percusiones, procesarlas, hacer que sonasen de otra manera… por esa mera exploración, de expandirse y de llegar a otros lugares y de avanzar. No quedarse en el mismo lugar.
¿Y hay algún estilo que os gustaría probar más allá?
Nunca se sabe. Hacer unas sevillanas, por ejemplo, podría estar divertido; hacer un paso doble, algo así, castizo podría ser bonito.
En pocos años habéis pasado a compartir canciones con artistas como Rozalén o o Rodrigo Cuevas y a ser una banda de referencia a nivel nacional en la música folk. ¿Cómo habéis vivido esta evolución?
Bueno, pues con mucha ilusión, evidentemente. Al final como banda vas dando pasitos y que haya artistas tan grandes que se asomen a tu proyecto, que lo hagan con cariño… y con cuidado. Y de una forma en la que, bueno, tú sientes también que acogen el proyecto y que confían en él. Eso también siempre da alas al final
Y a pesar de esta expansión a nivel nacional, vosotros seguís siendo el mismo grupo de amigos con el que empezó todo
Sí, somos los cinco amigos, los cinco colegas que nos subimos en la furgoneta y nos echamos nueve horas de conducción para ir a un sitio a tocar, felices de la vida, parando en carretera a comer, a hacer el bobo y disfrutar de la vida y de la música que al final es lo que nos llena. Y todo se resume en eso. Al final estamos haciendo música, que no podemos olvidar que es un vehículo que mueve y que une y eso es lo que llevamos.
Para ir terminando: ¿Qué puede esperar el público del concierto en Villada?
Algo seguro muy especial. Tenemos muchas ganas. La verdad es que ya es un lugar que queremos mucho, que hemos estado. Yo personalmente he estado muchas veces con la asociación y en el Pipafest. La verdad es que son una gente que lo trabajan súper bonito.
Vamos a tocar, sobre todo, fundamentalmente el repertorio del último disco, pero algunas cosas diferentes haremos y conocemos a grupos que van a ir al festival, así que a lo mejor algo se comparte. Algo surgirá seguro.
Si tuvieras que describir en muy pocas palabras el Pipafest de Villada y el municipio: ¿Cómo lo harías?
Sinceramente, por todas las veces que hemos estado y que he estado, es un festival hecho con mucho cariño. Y yo creo que es muy importante que nos demos cuenta, la población, de que es vital apoyar las cosas que surjan desde el rural, desde proyectos pequeños, por decirlo de alguna manera, pero que no son pequeños, que están hechos de una forma muy grande. Al final no importa el tamaño de la afluencia, sino el corazón con el que generen las cosas. Y al final es una forma de apoyar y de mantener viva la música de nuestra tierra y las propuestas de nuestra tierra. Entonces, cambiar ese mayor festival al que vas por, de repente, un festival hecho en tu provincia o en tu comunidad, en el que vas a disfrutar el triple y todo se va a ampliar. Así que todo lo bueno para el Pipafest y para proyectos de esta índole.
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