Mikel Garciandía reflexiona sobre la apostolicidad de la Iglesia y el compromiso de Escudero como pastor en Palencia y Valencia, llamando a los fieles a renovar la memoria de Cristo en un momento eclesial clave
J.G.P. / ICAL
El obispo de Palencia, Mikel Garciandía, presidió una emotiva homilía durante el funeral por Monseñor Esteban Escudero Torres, quien fuera obispo de la Diócesis palentina entre 2010 y 2015, celebrado en la Catedral de Palencia. En un acto que congregó a la comunidad eclesial, Garciandía rindió homenaje a Escudero, destacando su vida de servicio “al pueblo de Dios” en las diócesis de Palencia y Valencia. El prelado, fallecido recientemente, fue recordado como un pastor entregado que, “dejándolo todo”, siguió a Cristo para “cumplir la voluntad divina de llevar la Palabra, el Pan y el Perdón a los fieles”.
En su homilía, Garciandía situó la despedida de Escudero en un contexto eclesial de profunda significación, marcado por la sede de San Pedro vacante y la espera de un nuevo Papa. Este momento, según el obispo, invita a reflexionar sobre la apostolicidad de la Iglesia y el papel de los obispos como sucesores de los apóstoles. Citando el Evangelio, Garciandía recordó las palabras de Jesús. “Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera”, subrayando que la misión de Escudero fue atraer a los fieles, actuando como “hermano mayor” que obedece la voluntad divina.
“Don Esteban predicó con ardor y convicción esta Palabra que es Vida y Alimento”, afirmó, recordando su compromiso con proclamar que “todo el que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna”. Garciandía también reflexionó sobre la transformación de Pablo, de perseguidor a apóstol, como un ejemplo de cómo la comunidad eclesial discierne las vocaciones, una tarea que Escudero asumió con dedicación en su labor pastoral.
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El obispo cerró su homilía con un reconocimiento a las virtudes y fragilidades de Escudero, describiéndolo como un “discípulo fiel de Jesús” cuya vida estuvo consagrada a anunciar el Reinado de Dios. Pidió la intercesión de la Virgen de los Desamparados, los mártires Esteban, Vicente y Antolín, y el obispo San Manuel González para que acompañen a Escudero en su descanso eterno.











