Samu abrió pronto la lata y Adri Calvo cerró el partido al final. Rodri fue expulsado en el descanso, pero el equipo aguantó y sentenció al final ante el Mirandés B
El Palencia CF está decidido a que nadie le baje de lo más alto. Después de golear a la Arandina en casa (4-0) y de imponerse en el derbi al Becerril (1-2), el equipo de Marchena sumó su tercera victoria seguida en un arranque perfecto de temporada. Lo hizo en un escenario incómodo, ya se sabía que no iba a ser una visita fácil, frente a un Mirandés B que apretó hasta el final, pero al que los morados (hoy vestidos de blanco) frenaron con seriedad atrás y golpes certeros arriba: primero Samu Aparicio, a los dos minutos, y más tarde Adri Calvo, a poco del final, sellaron un 0-2 que coloca a los palentinos con nueve puntos de nueve posibles.
El inicio no pudo ser mejor. Apenas se había acomodado la grada cuando Iker Hernández peleó un balón con el defensa rojillo Edu y lo prolongó con la cabeza para dejar solo a Samu. El extremo, que esta semana cumplía años, no lo desaprovechó: se marchó en velocidad y batió al meta local para firmar el 0-1 en el minuto 2. El equipo morado incluso pudo ampliar distancias poco después en un córner sacado en corto que acabó con un disparo fuera de Capi delante de la portería.
El filial rojillo, poco a poco, empezó a asentarse y a tener más balón, pero sin generar ocasiones claras. Pidió penalti en una acción de Colás sobre Markel en el área, pero sin inquietar más a Unai en la primera parte, salvo por una sucesión de tiros bloqueados en los últimos minutos. Justo antes del descanso, una acción que el entrenador del Palencia CF sigue sin entender y que dificultó más el partido de los morados: El centrocampista Rodri fue expulsado por doble amarilla, la segunda en el camino a vestuarios, y dejó al Palencia CF con uno menos para toda la segunda mitad, para resistir contra un rival tan complicado.
Marchena reaccionó rápido: sacrificó a Viti y metió a Adrián Ferreras para recomponer el medio. Con diez, el Mirandés B empujó de inicio; tuvo una ocasión clarísima de Hugo Zárate, que se plantó solo frente a Unai pero definió alto. Los locales centraban una y otra vez, obligando a los defensores a multiplicarse en el área y a Unai, el joven portero de 18 años, a estar atento, respondiendo con seguridad, saliendo de puños o atrapando balones.
Con el paso de los minutos, el Palencia CF se atrincheró en defensa de cinco, buscando la velocidad arriba en contragolpe y encontrar esa ocasión en el área que les diera la tranquilidad. Por su parte, los rojillos lo intentaron de todas las manera, e incluso reclamaron hasta dos penaltis más, pero no encontraron premio. Y en el 85’ llegó el mazazo definitivo: Velasco, que entró en la segunda mitad, encaró por la izquierda y puso un gran centro para que Adri Calvo, también recién incorporado, la empujara perfecta al fondo de la red sin oposición. Un 0-2 de oficio y eficacia.
El filial mirandés lo intentó hasta el final, con otro remate de Unax que repelió Unai, pero el bloque palentino aguantó como pudo hasta el pitido final. El Palencia CF se vuelve a la capital con pleno de puntos y la sensación de que también sabe ganar partidos feos, de esos que se deciden más por oficio que por fútbol. Nueve de nueve y un liderato que confirma que el proyecto va en serio.


