María Teresa Blanco empezó a correr en 2018 para seguir a Nicolás Pérez en la montaña y este verano ha sido segunda de su categoría en la Val d’Aran by UTMB, logrando el pase directo a Chamonix 2026
“Lo difícil es estar en la salida”. Así resumen María Teresa Blanco y Nicolás Pérez lo que supone preparar una ultra. No es para menos: seis meses de entreno, seis días por semana y tiradas kilométricas en la montaña palentina para afrontar los 110 km y cerca de 6.000 metros de desnivel de la Val d’Aran by UTMB – CDH, una de las carreras de montaña más exigentes del circuito UTMB, que se celebra en julio, y que recorre los espectaculares paisajes del Valle de Arán, en los Pirineos.
Este año todo salió bien. El anterior, en 2023, una tormenta les obligó a parar en el kilómetro 83. “Ya llevábamos unas horas y no seguimos”, recuerdan. En esta ocasión, cruzaron la meta con recompensa doble: Tere fue segunda de su categoría y logró el acceso directo a la CCC de las UTMB World Series Finals 2026 en Chamonix, una de las pruebas más prestigiosas del ultra trail mundial. “Ha sido inesperado, nos hizo mucha ilusión. Conocemos Chamonix, llevamos varios años yendo, y el entorno es una pasada. No es solo correr la carrera, es dónde la corres”, cuenta ella.
“Yo nunca había corrido nada”
Lo más llamativo de todo es que la historia de Tere con el trail comenzó en 2018. “Yo nunca había corrido nada”, explica. “Él siempre había hecho deporte, y como íbamos a la montaña, dije: si quiero seguirle, tengo que ponerme en forma. Empecé sin objetivo de carreras ni nada”. La primera fue el Puente Agudín, en Cardaño, apenas 12 kilómetros. Desde entonces no han parado: “Cada vez fuimos haciendo carreras más largas y ya empezamos a hacer alguna ultra: el Cainejo, Picos de Europa, la Travesera, una en Petrel… y teníamos la ilusión de intentar alguna de más de 100 km”, recuerda Nicolás.

Para preparar la Val d’Aran contaron con un entrenador de Valencia. “Son 24 semanas, cada semana con su entreno. Entrenamos seis días a la semana: dos de fuerza en el gimnasio, dos de correr, y sábado y domingo tiradas largas en montaña. Llegas a hacer un domingo de 50 kilómetros”, explican.
El resultado, admiten, no se esperaba: “Es mucho esfuerzo, hay que ser muy constantes. Hay días de pereza y de fatiga, pero luego te vas encontrando mejor. Hasta que no llegas a meta nunca sabes si vas a estar a la altura”, dice Tere. Colás apunta el secreto: “Salir a un ritmo cómodo. Aunque puedas ir más rápido, hay que seguir el plan. Y si al final queda algo, apretar. Pero la carrera es imprevisible totalmente”.

Lo próximo será la maratón en la Montaña Palentina el día 13; también el 13 de noviembre el Costa Blanca Trail: 102 kilómetros y más de 6.000 metros de desnivel. Y más allá, el sueño de Chamonix.
A quienes creen que ya es tarde para empezar, Tere responde desde la experiencia: “Que vayan en progresión, poco a poco, con metas pequeñas. Yo nunca había corrido nada”. Y Colás completa: “Yo tampoco pensé nunca que a partir de los 50 iba a hacer estas cosas. Lo más importante es la constancia y la continuidad. A esta edad todavía tienes mucho por hacer”.








