Los morados, que tuvieron que volver a apretar el turbo en la parte final, se deshacen de un combativo colista (81-68)
Ganar, ganar y ganar. Es cierto que no se puede esperar de un entrenador, de un equipo, que piense en algo diferente. Y mientras las matemáticas no digan lo contrario, el Súper Agropal Palencia seguirá luchando por el factor cancha.
Y hoy la víctima propiciatoria, en principio, para seguir sumando era el Morón. Ya descendido de hace tiempo, con 10 jugadores convocados pero con mucho orgullo hasta que mediado el segundo cuarto. Esto provocó que el equipo morado pudiera contemporizar su juego, sin forzar la máquina para tratar de dar descanso a sus jugadores tótem, quizá demasiado, porque los visitantes protagonizaron una resurrección en el tercer cuarto y cuarto puesto.
Sin realmente mucho en juego, más que alargar el tiempo antes de centrarse en el Play -off, y con mucho que perder, si se lesionaba algún jugador, el Palencia se quitó un buen y combativo Morón de encima.
Partió el Palencia con la novedad en el cinco inicial de Manu, acompañando a Borg, Krutwig, Vaulet y Oroz, que fue el primero en tentar el aro visitante, aunque fue Borg, quien lo estrenó de dos tiros libres tras sufrir una antideportiva de Tamba apenas discurrido un minuto.
Exploró el sueco la vía interior con la conexión con Krutwig para marcar distancias con los sevillanos. La pintura morada daba sus réditos. Pero en tres jugadas consecutivas, los naranjas se pusieron por delante con dos faltas en tiro más adicional. Un espejismo. Vaulet mostró su mejor cara para volver a poner a los morados por delante. Ocho puntos en seis minutos de juego para el argentino, que con el triple de Oroz, pusieron el marcador en 15-9.
No se arrugaron los visitantes. Robando, y volviendo sacar canastas con el adicional. Tiempo para que Guil fuera moviendo fichas. Dando descansos. Wintering, Kunkel, Lovro y Leslie a cancha. Solo Vaulet, se mantuvo sobre el parqué. Empate a 17 con dos minutos aún por jugar del primer cuarto y desperdiciando el Palencia jugadas de ataque ante la defensa bien plantada del colista. Por delante se pusieron los de Morón, pero al final del primer cuarto, los locales volvieron a ponerse arriba con Wintering y Kunkel como artífices materiales. 22-21
Segundo cuarto.
Donde no se estaba encontrando cómodo el Súper Agropal Palencia era en los tiros desde el perímetro con sólo 1 de 7. Otra vez mal porcentaje. Solo que, al menos, hasta ese momento lograban parar el ataque de los sevillanos, aún a costa de cargarse de faltas. Cuatro en menos de dos minutos.
Le iba mejor explotando la zona. Filtrando balones a los pívot, Leslie o Chema o penetrando. 28-21 y primer tiempo muerto de los andaluces que veían cómo, el Palencia pico y pala, iba minando ese aspecto.
El Morón encontró entonces la vía de los tiros libres. Aunque sin demasiada repercusión en el marcador. Sobre todo, porque ahora el Palencia volvió a encontrarse con el acierto en el triple en ataque y con un Chema férreo en defensa.
Esto le sirvió al Palencia para dar un revolcón al Morón con un parcial de 10-1, para obligar al segundo tiempo de Dani García. 38-22 con apenas tres minutos para el descanso.
Esa era la clave que quería Guil. Crecer desde la defensa, más allá del acierto en el ataque. Y estaban dejando al rival por debajo de los 30 puntos antes del descanso. En el intermedio, 43-27.
Tercer cuarto.
Fuertes atrás se mantuvieron los locales, de nuevo cargándose de faltas. Hasta Guil cometió la suya (su técnica). Bonus para los visitantes con solo dos minutos jugados.
Le costaba ahora anotar ahora al Palencia, que tenia que acudir al 4,60 para sumar. De la mano de Krutwig, peleándose con toda la defensa rival.
Norris le puso color naranja al tercer cuarto, con dos buenas canastas, remachadas con un 3+1 de Jiménez para colocar el 48-39, que llevó a Guil a pedir más intensidad a los suyos. Como si el partido fuera a vida o muerte.
Y cogió de nuevo el tono defensivo el Súper Agropal, aunque el ataque se fiaba a los lanzamientos de tiros libres (y ni siquiera estos entraban). La opción de Leslie no estaba funcionando ahora en ataque y Guil volvió a dar entrada a Chema. No daba con la tecla el Palencia, que veía cómo el Morón le mojaba la oreja y se colocaba a 6, 52-46, para acabar el cuarto con un 52-47.
Último cuarto.
Uno por encima se colocaron los sevillanos de los palentinos utilizando la vía interior. Filtrando balones a Da Silva y a M’Madi. Adelante, los morados sufrían un mundo para anotar. Se les salía el balón de la canasta. Iba a ser un final ajustado.
Empate a 58 consumidos cuatro minutos y, ahora sí, con el pabellón encendido animando a los suyos, que lo necesitaban. 2+1 para Krutwig… Triple para Kunkel… 66-62 aún con 4 y medio por disputarse y tiempo muerto para el Morón.
Con robos de balón y corriendo y con los triples de Kunkel siguió el Palencia luchando por quitarse al Morón de encima. Nueve de ventaja ahora. La defensa morada ahora ‘mordía’, forzaba a los sevillanos a tiros a la desesperada y sin premio.
Y en la otra canasta, el Palencia recuperó su frescura. Amasaba la pelota para abrirse huecos, para generar tiros cómodos.
Al final del encuentro, el marcador mostró una victoria mucho más amplia que la desarrollada en la cancha. 81-68.
Entre los palentinos, el máximo anotador con 22 puntos, Vaulet, al que se le echaba en falta en los últimos partidos. El argentino también conquistó el MVP morado, con 30 créditos de valoración.
El próximo partido, el viernes próximo ante el Castelló, que quizá todavía tenga opciones de salvación entonces. Cerrará el curso regular el Palencia el día 9 de mayo ante el Betis en el Municipal como local.













