El escritor y periodista nos desvela cuál es su fuente de inspiración, quién le gustaría ser por un día, cuál es su comida palentina preferida y muchas más cosas interesantes sobre su vida y sus novelas
1. ¿Cuál es tu rincón preferido de Palencia?
La Montaña Palentina. Sobre todo Cervera, Pernía y Valle Estrecho. El entorno del Curavacas es mi pequeño Tíbet. De niño pasaba los veranos con mi abuela en Vidrieros, así que cuando me muevo por esas montañas no solo las disfruto, sino que tengo un sentimiento de pertenencia, de que son mi lugar natural.
2. ¿Tienes alguna comida típica palentina entre tus platos favoritos?
Disfruto muchísimo los buñuelos de bacalao que prepara Nacho en el Camping de Cervera, empleando una receta de su abuela, y de los caracoles del Peñalabra (también de Cervera), con su toque particular.
3. ¿Cuál es tu color preferido?
Verde. El verde natural de prados y bosques es el mejor tranquilizante que existe.
4. ¿Y la canción que más te anima?
Start me up, de los Rolling. Cuando conduzco por carreteras con curvas me encanta Fito y los Fitipaldis porque se acompasa a la perfección con el entorno.
5. ¿Hay alguna película que no te canses de ver?
Pulp Fiction. Ya casi me sé de memoria los diálogos. Lo tiene todo: humor, drama, tensión… Y una banda sonora que te cala hasta los huesos.
6. ¿Y el libro con el que más te reflejas?
Te diría que Ocho Jueves. Es una novela de montaña y montañeros, y yo amo las montañas, aunque soy un montañero dominguero, es decir, de los que la suben por el lado fácil. Los personajes de Rosana y Benito son entrañables. Además a nivel de trama está bien surtida de giros argumentales y un final catártico y lírico al mismo tiempo. De justicia poética, digamos.
7. ¿Dónde te gustaría tener tu hogar el día de mañana?
Cervera sería un lugar perfecto. Es un pueblo tranquilo, rodeado de montañas y dotado de lo necesario para llevar una vida cómoda.
8. ¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo?
Es un ejercicio puramente creativo. Dependes por completo de la inspiración y de la imaginación, aunque luego tienes que dotar a la historia de un estilo literario propio: en mi caso muy ágil y con ritmo cinematográfico, que es el formato de ficción donde tengo mis raíces como narrador.
9. ¿Cuál es tú fuente de inspiración?
Ninguna en especial. No necesito vivir o acudir a un entorno en especial. Enciendo el ordenador por la mañana y las ideas van manando solas. Unos días más que otros, todo hay que decirlo.
10. ¿Si pudieras ser otra persona por un día quien serías?
David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd. Sus dedos crean melodías únicas que rozan el alma. Y sin posturitas sobre el escenario. No es solo un músico, es un ángel.
11. ¿Qué cosa dirías que te caracteriza o que es muy tuya?
Las libretas. Las llevo a todas partes y anoto cosas para usarlas en mis historias. Lo que ocurre es que a veces las pierdo y me tiro de los pelos.
12. ¿Qué querías ser de pequeño?
Jugador de baloncesto. Me quedaba embelesado con las imágenes de la NBA que nos llegaban con cuentagotas en esa época.
13. ¿Hay algo que te hubiera gustado aprender a hacer y no has hecho?
Tocar la guitarra. Tenía una acústica pero no la tocaba, la aporreaba. Para mí la música es el arte supremo.
14. ¿Eres una persona supersticiosa?
En absoluto. Todo lo contrario. La superstición está en las antípodas de la razón, y si tengo que elegir, no hay color.
15. El cine ha sido parte importante de tu vida…
El cine ha sido fundamental en todos los sentidos: lo primero como obra artística y fuente de disfrute. Y luego, a nivel profesional, he trabajado durante veinte años en revistas técnicas de cine y TV. Ese bagaje pesa y, a nivel narrativo, he aplicado su ritmo a la literatura. Mis novelas poseen una escritura ágil. Se leen como un libro pero se disfrutan como una película.
16. Pero también has ejercido de profesor… ¿qué te aportó esa etapa de tu vida?
Los primeros ocho años de mi vida profesional ejercí como profesor de filosofía. Fue una época fundamental. Cada día me relacionaba con ciento veinte alumnos y veinte profesores. Adquieres un desarrollo cognitivo y social enorme. No sólo enseñas a los chicos, aprendes también de ellos, igual que de los compañeros. Fueron años muy gratificantes, y no solo por los tres meses de vacaciones (risas).
17. En lo literario, es en 2023 cuando debutas como escritor con Doce abuelas. ¿Qué circunstancias se dieron en tu vida que te llevaron a publicar esta novela negra?
Yo tenía una revista propia llamada Cameraman y dedicada al cine. La traspasé y me dediqué a escribir literatura a jornada completa. Partiendo de un relato corto, la historia empezó a crecer, y en un año y medio tenía escrita una novela de casi 500 páginas. Como no tenía “padrinos” que colaran mi novela en los despachos de los editores, tuve que acudir al método tradicional: enviar la novela a todas la editoriales que publicasen novela negra. Tuve suerte y a la editorial Maeva le encantó la historia. Y estoy muy contento de trabajar con ellos. Es una gran editorial.
18. Y desde entonces son tres ya los libros que has editado. ¿Próximo reto para Pablo del Río?
Como cualquier profesional que se precie de serlo, mi reto es aprender de forma constante con la intención de escribir cada día mejor. Ese propósito es aplicable tanto a la calidad literaria de los textos como a la elaboración de los argumentos y el diseño de las tramas. Y un reto que no debe faltar nunca es sorprender al lector y hacerle saltar del sillón de vez en cuando. El día que alguien me diga que se ha quedado dormido con una novela mía en las manos, dejaré la escritura y me dedicaré a la apicultura.







