Este negocio ha sido testigo de cómo varias generaciones de clientes han pasado por sus mostradores
Ferretería El Resiste es un establecimiento que lleva más de un siglo formando parte de Cervera de Pisuerga. Su historia, marcada por el esfuerzo y la dedicación de cuatro generaciones, es un reflejo de la evolución de los pequeños negocios rurales frente a los cambios tecnológicos y sociales.
Óscar de la Fuente, actual propietario, explica que el negocio fue iniciado por su bisabuelo Sandalio De la Fuente en una casa antigua, derribada años después para construir el local actual.

“Mi abuelo, Pío de la Fuente, continuó el negocio junto a mi padre, Jesús, y mi tío, José Antonio”, relata. Y tras el fallecimierto de José Antonio fue Jesús quien llevó el peso de la ferretería durante mucho años. Hoy es Óscar quien lleva las riendas en solitario desde hace 15 años, tras la jubilación de su padre.

La ferretería ha sido testigo de cómo varias generaciones de clientes han pasado por sus mostradores. “Vienen nietos de quienes fueron nuestros primeros clientes, especialmente en verano”, comenta Óscar.
De la tradición a la modernidad
El Resiste ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. “Antes éramos nosotros quienes explicábamos a la gente cómo resolver sus problemas”, recuerda Óscar. “Hoy, con Internet, los clientes llegan con más información, pero seguimos siendo un lugar donde buscan soluciones prácticas”.
El negocio ofrece todo tipo de productos: fontanería, electricidad, jardinería, pinturas, maquinaria e incluso electrodomésticos. Cabe destacar que durante años en la ferretería también hubo servicio de bar. “Se podría decir que mi abuelo puso en marcha el primer Corte Inglés porque aquí hay de todo”, bromea. Además, durante años fueron la cuarta distribuidora de butano en Cervera de Pisuerga y comarca, un servicio que hoy mantienen como punto de venta.
Uno de los pilares de El Resiste ha sido su equipo. Óscar destaca la figura de Jesús Flores, un empleado que entró con 14 años y se jubiló en la ferretería.
Ferretería El Resiste no es solo un comercio, es un símbolo de resistencia rural y un ejemplo de cómo los negocios familiares pueden perdurar con esfuerzo y cercanía.









