
La lluvia no respetó la fiesta universitaria con un aguacero pasado el mediodía, pero los participantes iban preparados… o no
Se sabía que las probabilidades de lluvia eran muy altas. Altísimas. Picaba el sol, mientras sonaba la música y, de repente, como si lo que retumbaba en el Ribera Sur no gustara a San Isidro, patrono de los estudiantes de Agrónomos que celebran hoy su fiesta, el cielo se encapotó y comenzó a descargar. O quizá al salto le encantaba y, acostumbrado a las rogativas para que llueva, abrió los aspersores de las nubes.
Sea como fuera, la lluvia comenzó a caer con fuerza. Pero no restó aplomo a los miles de personas que ya estaban en el parque palentino. Abrieron la mochila, la riñonera o la bolsa con los hielos, sacaron el poncho. Muchos, la mayoría, se parapetaron bajo el plástico, creado una especie de fiesta Holi, pero sin polvos de colores.

Incluso hubo quien improvisó una carpa con la que meterse con sus amigos para seguir.

Otros, reconocían que “la lluvia refresca”.














En todo caso, la intención, y la previsión de muchos era mojarse. Por dentro, y puede que también por fuera. Así que a seguir bailando y pasándolo bien.
(VÍDEO) Ni la lluvia frena a la ITA: así vive el público la edición 2025 en el Ribera Sur