La victoria ante el Obradoiro en una serie más ajustada de lo que dicen los números dio pie a la afición a verbalizar su deseo
Como diría José Mota. Porque no, pero… ¿y si sí?. ¿Y si sí?
El sueño de volver a sacar la cabeza, de despuntar, de meterse entre los mejores del baloncesto nacional, ayer volvió a aparecerse, a materializarse, cuando los palentinos que estuvieron en el Municipal cerraron los ojos para dormir. La ACB se les apareció en sueños. En esa especie de sueño de una noche de verano adelantada. Con sus luciérnagas y todo.

Horas antes parecía verano en el municipal. Suerte que no se juegan partidos en el feudo palentino en agosto porque con 5.000 personas dentro habría que habilitar una zona de recuperación por las temperaturas.

Pero más allá de la temperatura, se vivía un ambiente efervescente. Lo que era imposible hace tres semanas, cuando se perdió en Castellón, se había hecho realidad. Competirle y ganarle dos partidos, uno de ellos a domicilio (cuando el Súper Agropal Palencia no lo hacía desde San Sebastián) al transatlántico del Monbús Obradoiro. “La mejor plantilla de la competición” en el tramo final de la temporada, se había dicho.
La pega para los gallegos es que quizá por nombres Palencia no sea el mejor, pero como grupo y espoleado por una afición que estuvo a las duras (12 abajo ayer) y a las maduras sí puede considerarse un conjunto más que top. Un clásico. Equipo y afición.
Animada estaba la parroquia. Sin presión, porque no la había. Porque no la tenía el equipo, ni el club, ni la afición. El objetivo inicial estaba logrado. Llegar al Play off y competir. Lo de ganar ayer sería más que la guinda. Perder, tampoco emborronaba nada. Y así lo comprendieron las gradas moradas. Más moradas que nunca. Animar, animar y disfrutar. A remar cuando las corrientes contrarias traían triplazos de los gallegos. A celebrar como si fuera un título cada contestación en la cancha de los del Súper Agropal que, de blanco, no han cedido partido alguno.
Tanta comunión se le hizo bola al Obradorio que no fue capaz de sumarse a los dos únicos equipos que se han llevado la victoria del Municipal esta temporada: El ya ascendido directo San Pablo Burgos, y por la mínima, y el Estudiantes, allá en los albores de la temporada.
https://www.palenciaenlared.es/super-agropal-hunde-al-transatlantico/
Precisamente el Estudiantes de Natxo Lezkano puede ser la piedra de toque con la que se tengan que medir los morados para culminar el sueño de retornar a la ACB. Pero antes toca enfrentarse, y ganar, a otro grandísimo equipo: el Fuenlabrada.
Aunque para todo eso quedan aún dos semanas. Aún resuenan en el pabellón los gritos encendidos de la afición “… que somos ACB”…
Dos semanas. Démonos una vuelta más en la cama para disfrutar del sueño. Quizás, al despertar, se haga realidad.

Porque no, porque es muy complicado, porque la cabeza te dice eso… Pero … ¿y si sí?. ¿Y si sí?




























































