Una concentración y posterior manifestación con unas 2.300 personas reclama a Transportes y a Adif que reconsidere todas sus “actuaciones ilegales” en la ciudad y sigua los estudios informativos de 2010 y 2018
¿Soterramiento? Esa es la idea que lleva pululando en la cabeza de los palentinos desde hace años. Muchos años. Y a pesar de ello, el paso del tiempo no ha hecho que Palencia renuncie a él. Palencia no se rinde en la consecución del hundimiento de las vías. “Palencia no se rinde” ha sido el lema más coreado esta tarde noche en la concentración en los Jardinillos de la Estación, ante la puerta de la estación de Adif, y en la manifestación que se ha desplazado hasta la cercana Subdelegación del Gobierno en Palencia.
Unas 2.300 personas, según los cálculos de la Policía, han apoyado la convocatoria realizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos para protestar por la instalación de las pantallas de protección acústica de hasta 7,7 metros de altura, las obras del Salto del Carnero, la destrucción de la pasarela de la avenida de Asturias, la desaparición de las aceras o parte de ellas en las pasarelas superiores sobre las vías… en definitiva todas las “actuaciones ilegales” desarrolladas o en previsión de hacerlo por Adif y por el Ministerio de Transportes.
“Obras mediante las cuales se pretende perturbar la estética de la ciudad y su accesibilidad, favoreciendo la división de Palencia y creando zonas aisladas que generen inseguridad a los ciudadanos y lo que vulgarmente podríamos llamar guetos”, leyó la presidenta de la Asociación de Vecinos de San Antonio, Cristina Martín en nombre y tras una pancarta de la FAVPA.
Tras ella se puso momentáneamente la alcaldesa, Miriam Andrés, en el recorrido desde de la Estación hasta pocos metros antes de la Subdelegación del Gobierno, después de que fuera requerida su presencia “al frente de alguna pancarta” desde un megáfono.
Cabe destacar que todos los partidos con representación en el Ayuntamiento tomaron parte en la acción reivindicativa. Eso sí, sólo IU, con la presencia además de su coordinador regional, Juan Gascón, tenía pancarta propia y subió a la escalinata de la Subdelegación.
Desde ese punto, la FAVPA, en el manifiesto leído, solicitó a Adif y a Transportes que “no se coloquen las pantallas acústicas”, “que se tengan en cuenta las circunstancias geográficas de Palencia, donde la vía pasa por el medio de la misma, para su modificación arquitectónica”, así como que se apliquen “políticas de movilidad sostenible, eliminando barreras y no añadiendo nuevos obstáculos a los vecinos”. Igualmente se reclamó que se busquen soluciones viables para la duplicación de la salida hacia León que no pasen por cerrar la pasarela de la avenida de Asturias, “ya que supondría un desastre económico para gran parte de los establecimientos de los barrios” afectados.
Además, se exigió que Palencia no sea solo una “vía de paso” y que Transportes (a través de Renfe) se comprometa a que al menos un 60% de los trenes que pasen por la ciudad, paren.
Todo ello, para llegar al nudo gordiano: “Que se tengan en cuenta los estudios informativos aprobados para nuestra ciudad en el año 2010 y ratificados en 2018, donde se indica que el soterramiento como la mejor opción para la modificación ferroviaria de nuestra ciudad”.
Una reclamación que vino acompañada de una advertencia: “Ya no nos vamos a quedar callados. Si no se atienden nuestras solicitudes, no dudaremos en continuar con reivindicaciones y utilizando la vía judicial”.
Durante la concentración y posterior manifestación, en los corros que se formaban, unos y otros explicaban que se iban a colocar pantallas de 7 metros de altura en algunas zonas de la ciudad o los ejemplos de soterramientos de otras ciudades, mientas se coreaban gritos contra Transportes o contra el ministro, Óscar Puente tales como: “Óscar Puente, escucha a la gente” o “Óscar Puente, incompetente”.
Igualmente, hojas de firmas fueron pasando de mano en mano, en una recogida de apoyos que se prolongará en los próximos meses en Palencia y que serán entregados “de manera legal ante las instituciones pertinentes”.
Y con la promesa de seguir manifestándose para reclamar lo que consideran que es necesario para la ciudad: “Todo esto no es cuestión de caprichos, sino de derechos”














































