Los investigados se presentaban como comerciales en viviendas de Burgos y convencían a los dueños de la contaminación de su agua, vendiéndoles después unos filtros
Agentes de la Policía Nacional de Burgos identifican a los presuntos autores de nueve estafas a personas mayores bajo el señuelo del ‘agua corriente contaminada’, dentro de la Operación ‘Filter’. Según informan fuentes policiales, los investigados se presentaban como comerciales en viviendas de la ciudad, habitadas por personas de avanzada edad y les inducían a error sobre una contaminación del agua de su grifo.
Tras convencerles del peligro para su salud, les ofrecían una solución vendiéndoles a precios desproporcionados de entre 2.200 y 5.300 euros unos filtros que garantizaban la “salubridad” de la misma.
La investigación tuvo su origen en la acumulación de varias denuncias que, a lo largo de 2023 se fueron tramitando en la Comisaría de la Avenida de Castilla y León y en las que, como denominador común, personas de avanzada edad manifestaron haber sido engañadas por comerciales que les convencieron –mediante engaño- de que el agua corriente de sus casas era notablemente perjudicial para su salud.
‘Modus operandi’
La argucia que sirvió a los presuntos autores consistía en la realización en su presencia de un “test de pureza del agua corriente”. Se trata de una prueba viciada en la que, básicamente, los estafadores- mediante una reacción química conocida como electrolisis, convierten en turbia el agua de los hogares al hacerla circular por un dispositivo eléctrico que ellos mismos presentan ante las víctimas como un “detector de impurezas”.
El aparato detector de impurezas, a la postre decisivo para engañar a los ancianos y “meterles el miedo en el cuerpo”, no es otra cosa que la reacción de un cilindro ferroso dentro de un aparato con conexión a la corriente eléctrica, que al entrar en contacto con el agua, reacciona a sus sales minerales, comenzando a “oxidarse”.
Esta prueba química la repetían los estafadores con agua que ellos mismos traían -probablemente agua destilada-, que al paso por el dispositivo no se tornaba oscura, sino que permanecía clara y limpia, manifestando a sus potenciales víctimas que la misma “ya había sido tratada con su filtro purificador.
Las personas estafadas responden a un perfil ya seleccionado. Todas ellas de avanzada edad –en ocasiones más fácilmente manipulables y susceptibles en cuestiones de salud- y de cuya confianza y su escasa respuesta abusaron los tres investigados.
Los filtros de agua adquiridos no fueron vendidos a un precio fijo, sino que los investigados los marcaban tras sonsacar información sobre la capacidad económica de las propias víctimas. En ocasiones, la venta de los filtros citados se acompañaba de compromisos de compra de otros productos, principalmente enciclopedias, extremo del que en ocasiones no eran informados.
A los tres investigados se les imputa un delito continuado de estafa y que presentan un destacado historial delictivo. La mujer fue detenida en 14 ocasiones previas, por hechos tan variados como robos con violencia, robo con fuerza, contra la salud pública, o malos tratos en el ámbito familiar, entre otros. Por su parte, los varones ostentan tres y dos antecedentes policiales anteriores respectivamente.







