Jorge Ibáñez, alcalde de Cervera: «El director del Parque Natural Montaña Palentina no ha aparecido en ocho días por el territorio. No ha hecho una llamada telefónica a nadie a ver cómo están las cosas»

El regidor ha alertado de los fallos de un dispositivo desde la retirada de las cuadrillas del Parque Natural hace años al suministro de comida en mal estado durante la extinción del incendio del Alto Pisuerga

Lo había estado enterrando bajo la coraza de quien tiene que estar al pie del cañón durante una situación extrema. Lo había aparcado en el cajón de las cosas que pueden esperar. Pero cuando el peligro ha cesado o se ha diluido, el alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, ha ido explicando punto por punto los fallos que, desde su punto de vista, se han producido en los últimos años para encontrarse con 1.300 hectáreas quemadas de un parque natural.

https://www.palenciaenlared.es/carlos-martinez-pregunta-en-resoba-si-hay-alguien-a-los-mandos-del-operativo-de-lucha-contra-los-incendios-de-la-junta/

«Lo pospuse hasta hoy. Hemos ido dando tiempo y hemos comentado, que mientras durase el incendio no íbamos a dedicarnos a la crítica. No íbamos a señalar qué cosas se hacían mal. Pero pasaba este tiempo íbamos a decirlo», introducía el regidor en su reunión junto al secretario general del PSOE en Castilla y León, Carlos Martínez. E Ibáñez señaló a una persona: «Aquí hay un gran ausente. Yo he echado de menos una persona todo este tiempo. En ocho días ha dado tiempo, ¿no? El director del parque natural no ha aparecido en ocho días por el territorio. No ha hecho una llamada telefónica a nadie a ver cómo están las cosas. Eso hace que sea muy claro. Lo que hay que pedir de esta persona es que se dedique a otra cosa. Veinticinco años de su gestión y han ardido las zonas rojas, de punta a punta, en más de un 90%», criticaba Ibáñez.

Pero el alcalde de Cervera, municipio en el que se originó el incendio de Resoba, que alcanzó a La Pernía y a Polentinos, no solo acusa la falta de gestión en las labores de extinción, que también, sino se remonta años atrás, y en tareas de prevención. «Hay medidas del del Plan de Ordenación y Gestión del Parque Natural que generan problemas serios. Se pide mantener los antiguos anchos de los caminos. Esos anchos no permiten que entren los camiones, los tractores, no permite el acceso ni siquiera de ganaderos para hacer una gestión del territorio adecuada, de manera que muchas praderas se quedan sin pacer porque no se puede acceder a ellas».

Así como la pérdida de gestión local. «Hemos visto como a base de años aquellos medios que ya contábamos se han ido desmovilizando. Aquí había una cuadrilla del Parque Natural que se ocupaba con una plantilla fija que vivía en el territorio de mantener los caminos, de cuidar las fuentes, de cuidar los chozos, de mantener los refugios en buenas condiciones, de hacer cortafuegos, de limpiar lugares de caza, lugares de pastizal. Esa gente desapareció. Ya no hay cuadrilla. Ni siquiera la cuadrilla privada».

Y en el caso más cercano, «torretas de vigilancia a modificar y en vez de con personal van a estar con cámaras y ordenadores. Eso suena muy bien, pero en este incendio hemos tenido personal de esas torretas repartiendo agua, manteniendo las líneas de abastecimiento de alimentación. Entonces, ¿eso lo va a hacer un ordenador?», pregunta con sorna Ibáñez.

«En la guardería pasa idem. Estamos asistiendo a un desmantelamiento de toda esa red de cuidado que tiene que tener el Parque Natural y eso lleva a las consecuencias que hemos vivido estos días de la peor forma posible. Y hemos tenido suerte, que no ha entrado en las casas».

Y de cara los problemas con la extinción, con el cuidado de quienes se enfrentaban a las llamas:  «A la gente no se le ha tratado bien. Ha habido gente que ha estado en turno sin comer. 18 horas de trabajo físico sin comer. Otros tienen que tener tiempo para comer bien, por supuesto, pero sus empleados no. Ha habido un BRIF que ha dormido en la calle. O sea, vienes a trabajar a Montaña Palentina, a dar el do de pecho en la extinción del incendio y ves que duermes en la calle y, no porque no tuviéramos camas preparadas, Cervera tenía en el pabellón ya preparadas camas para dormir, sino porque nadie se ha preocupado de dónde ibas a dormir».

Para acabar, el alcade de Cervera puso otro claro ejemplo de la logística del plan de extinción con la comida: con el punto de avituallamiento en San Salvador de Cantamuda. » En un plano todo queda llano y todo es sencillo, Pero que si tú quieres ir del Valle de Pineda a San Salvador tardas dos horas. Entonces, ninguna cuadrilla va a ir a un centro logístico en San Salvador cuando tienes que hacer dos horas. Y el jueves vimos, yo creo que la escena más dantesca y que da idea de la mala atención al personal. Y es que se suministró comida en mal estado. Y nos dimos cuenta porque el Ayuntamiento de San Salvador apestaba a comida podrida».

Algo que no solo hubiera tenido consecuencias en el propio incendio del Alto Pisuerga, sino también en otros posteriores.

«Nos dimos cuenta y avisamos en el puesto de mando que al sector de Lebanza se le había dado comida en mal estado y se tiró. Pero si no, ahora mismo una de los cuadrillas que está trabajando en el incendio de Guardo estaría en la cama de Salmonela. Son cosas que no pueden pasar».