El programa busca mejorar la salubridad y seguridad del medio rural mediante la demolición de construcciones en ruinas y la limpieza de solares abandonados
La Comisión informativa de Hacienda de la Diputación ha conocido hoy la propuesta de resolución de la convocatoria de ayudas destinada a mejorar la seguridad y la salubridad de los inmuebles situados en suelo urbano de municipios de la provincia, con una inversión total de 250.000 euros, lo que supone un incremento del 40% respecto al presupuesto del año anterior.
Estas subvenciones, gestionadas por el Servicio de Asistencia a Municipios (SAM), permitirán la demolición de edificios abandonados y en ruinas, así como la limpieza de solares, actuaciones claves para mejorar el urbanismo local, evitar riesgos y recuperar espacios para futuros usos en núcleos con escasa rentabilidad inmobiliaria.
En esta convocatoria, la Diputación ha aprobado 59 ayudas, de las cuales 14 corresponden a ayuntamientos y 45 a propietarios particulares, en base a criterios de valoración objetivos como el grado de deterioro de los inmuebles, su antigüedad y su ubicación en entornos protegidos.
Entre los municipios beneficiarios se encuentran Torquemada, Frómista, Amusco, Carrión de los Condes, Ampudia o Barruelo de Santullán, mientras que los proyectos de propietarios particulares se reparten por localidades como Cisneros, Población de Campos, Villalcón, Fuentes de Nava, Villarramiel o Támara de Campos, entre muchas otras.
La relación con los beneficiados se publicará próximamente en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
La ayuda cubre hasta el 50% del coste subvencionable (presupuesto de ejecución material más honorarios técnicos), con un máximo de 10.000 euros por proyecto. En total, se financiarán actuaciones cuyo importe global justificado supera los 800.000 euros.
Desde que se puso en marcha esta línea de ayudas en 2022, la Diputación ha subvencionado ya la demolición de 136 inmuebles en ruinas, contribuyendo de forma directa a la regeneración urbana del medio rural palentino y a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Con estas ayudas se quiere incentivar a los propietarios para que procedan a demoler edificios dañados y a limpiar solares, unas operaciones que a menudo no efectúan los titulares de la propiedad porque el coste de las obras no puede repercutirse posteriormente en aprovechamientos del solar, o en la venta del bien inmueble, bien por falta de demanda, bien por el bajo precio o la escasez de mercado en esa localidad.







