REENCUENTRO-SALUD-MENTAL

El 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental. Estas son las “otras píldoras” que desde el gabinete Reencuentro proponen para cuidarnos mejor

 

El 10 de octubre es un día importante para todos. Es el día en el que conmemoramos como sociedad la importancia de ponerle el foco en la Salud Mental y sus desafíos. Este año desde la Confederación Salud Mental España quieren reivindicar como lema: “Compartamos vulnerabilidad, defendamos nuestra salud mental”. Una campaña que se ha desarrollado del 6 al 17 de octubre, enfocada en la vulnerabilidad compartida y el impacto de las emergencias y catástrofes en la salud mental individual y colectiva.

Desde Reencuentro Salud Mental quieren aportar su granito de arena a este debate. Un tema de esta magnitud no solo debe importar un día o un mes, importa la lucha, y la reivindicación de todos los días del año. Pero este mes quieren seguir sus principios como entidad y recordar a todos los palentinos que no están solos.

Reencuentro Salud Mental es un “espacio donde ser y sentir”.  Las palentinas a cargo de este gabinete siguen trabajando para que las cosas se hagan bien, y poder acompañar y ayudar a todas las personas que están sufriendo, para que nunca olviden que hay salidas y soluciones para ocuparnos de nuestra salud mental.

«La salud mental no es un asunto individual: está ligada a los apoyos sociales y a una vida digna»

Realmente son muchos los colectivos, empresas y profesionales que luchan y se preocupan para que hablar de la salud mental no sea un tema tabú o un temor.

En Reencuentro Salud Mental piensan que la medicación no es la única ni la mejor respuesta posible para tratar estos problemas. Por ello, nos ofrecen otras “píldoras” en forma de pequeñas reflexiones, fruto de su experiencia acompañando el sufrimiento humano:

El malestar no es un error a eliminar, sino parte de la vida. El problema no es sentirse triste, ansioso o vacío. Todas estas sensaciones tienen sentido en nuestras historias personales, hablan de algo, señalan un conflicto, una herida o una necesidad que no se está teniendo en cuenta. No se trata de taparlo, sino de escucharlo y darle un lugar.

Compartir lo que nos pasa con alguien que nos comprende o escucha, ya es transformador en sí mismo. A veces lo más interesante ocurre cuando encontramos un espacio seguro donde poder poner en palabras lo que sentimos. Ser escuchados sin juicio por alguien nos acompaña a ordenar el caos interno, a reconocernos y a darle sentido a lo que vivimos.

Procura no juzgarte por lo que sientes. Es muy habitual encontrar gente en nuestra consulta que cree que “no debería” estar triste, enfadado, que sentir miedo es cosa de débiles… Pero en Reencuentro creemos que las emociones son parte de la experiencia humana, nos atraviesan y nos hablan de algo que importa. Lo que sí está en nuestras manos es decidir qué hacemos con ellas.

Tiempo, tiempo y más tiempo. Para nosotras es muy importante el tiempo, porque creemos que vivimos en una sociedad en la que todo va muy deprisa y es muy difícil procesar las cosas que nos pasan. Por ello, creemos que todo el tiempo que podamos dedicar a cuidarnos y cuidar de los demás siempre será tiempo de calidad. Tomarse un café con alguien sin mirar el reloj, esperar sin mirar el móvil, pasear sin rumbo, abrazar sin prisa…

Cuándo ir a terapia

Si te estás preguntando si deberías ir a terapia, desde Reencuentro creen que no todo el mundo debería ir a terapia, “pero es importante poder planteártelo en estos casos:

– Si no tienes apoyos o a las personas que te apoyan no les cuentas lo que te pasa.

– Lo que te ocurre afecta a tu ánimo, tu descanso o tus relaciones por un largo periodo de tiempo.

– Sabes que algo no va bien pero no sabes por dónde empezar.

– Hay cosas dolorosas en tu vida que tienes enterradas en un cajón y crees que ha llegado el momento de mirar hacia ese lugar.

El equipo de Reencuetnro defiende que todos necesitamos poder apoyarnos en alguien en los momentos difíciles de nuestra vida:

Acompañar a personas que estén sufriendo: Cuando alguien que queremos atraviesa un mal momento, a veces no sabemos qué decir ni qué hacer. Lo fundamental es no minimizar lo que siente: su dolor es real y merece ser escuchado. Cada persona tiene su forma de estar en el sufrimiento: hay quienes necesitan espacio y tranquilidad, y otras que agradecen compañía, incluso en silencio. Preguntar qué necesita y respetar su ritmo es más valioso que intentar “arreglar” la situación.

Al mismo tiempo, cuidarnos a nosotras mismas mientras acompañamos es clave. No podemos sostener a otros si nos olvidamos de nosotros; nuestro bienestar también forma parte del cuidado.

“Para terminar, queremos recordar que la salud mental no es solo un asunto individual. Nuestro bienestar está profundamente ligado a los apoyos sociales y a unas condiciones de vida dignas”. Por eso, es fundamental respetar los derechos de las personas que atraviesan un malestar, asegurando que cualquier forma de ayuda sea voluntaria, respetuosa y alineada con sus deseos y autonomía.

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